Las Apple Vision Pro 2 llegarán este mismo año, te contamos qué se espera de ellas
El accesorio ha comenzado su producción


Las Apple Vision Pro, el ambicioso visor de realidad mixta de la compañía de la manzana mordida, por ahora no ha cumplido las expectativas comerciales. Las cifras de ventas, discretas desde su lanzamiento, han llevado a la compañía a tomar decisiones -algunas de ellas drásticas-. El caso es que, según fuentes cercanas a la cadena de suministro y analistas del sector, la marca liderada por Tim Cook mantiene la apuesta y ya trabaja en una versión actualizada del dispositivo.
Las Apple Vision Pro 2 llegarían al mercado a finales de este 2025, pero hay un detalle crucial que es importante conocer: no se trata de una reinvención, sino de una actualización incremental -casi de emergencia- para mantener viva una apuesta tecnológica que, por ahora, no termina de despegar.

Un lanzamiento bajo presión
Los datos que se han conocido indican que los componentes clave para el nuevo modelo -desde pantallas de alta resolución hasta circuitos integrados y estructuras- ya están en fase de producción masiva en las fábricas de socios estratégicos de Apple en Asia. Algunos proveedores, de hecho, estarían trabajando contra reloj para cumplir con los plazos ajustados que impone la compañía. Este escenario refleja una estrategia poco común en Apple, conocida por su meticulosidad en los ciclos de desarrollo. ¿La razón? La urgencia por reemplazar un primer modelo cuyo declive es casi inevitable.
Tanto es así, que Apple habría reducido drásticamente la producción del Vision Pro original. El objetivo es claro: agotar el inventario existente justo antes del lanzamiento del Vision Pro 2, evitando así que exista un excedente. Todo apunta a que la compañía ya fabricó suficientes unidades para cubrir la demanda residual hasta el relevo generacional.
¿Por qué no llega un rediseño radical?
Aquí surge la gran pregunta: si las primeras gafas de las que hablamos no conquistaron al público, ¿por qué Apple no opta por un rediseño completo en lugar de un modelo incremental? Las respuestas son múltiples:
- Problemas de desarrollo: fuentes cercanas al proyecto señalan que Apple se ha enfrentado a obstáculos técnicos en su intento de crear una versión significativamente mejorada. Un visor más ligero, con mayor autonomía y un campo de visión ampliado -elementos clave para competir en el segmento de realidad mixta- requeriría avances en materiales, eficiencia energética y óptica que, al parecer, aún no están listos.
- Presión financiera: invertir en un rediseño total implicaría costes estratosféricos para un producto que aún no demuestra rentabilidad. La estrategia de Apple parece ser “minimizar pérdidas” mientras evalúa el futuro del segmento.
- Enfoque en el ecosistema: la apuesta real de Apple podría estar en el software. Una actualización centrada en potencia de procesamiento (con el nuevo chip M5) permitiría preparar el terreno para experiencias más inmersivas, aprovechando futuras actualizaciones de visionOS y alianzas con desarrolladores.
El procesador M5 clave en las Apple Vision Pro 2
El cambio más relevante en esta nueva versión sería la inclusión del procesador M5, el mismo que utilizarán los próximos MacBook y los iPad. Este salto en potencia bruta promete mejoras en el renderizado 3D, la estabilidad de las aplicaciones multitarea y la eficiencia térmica, un punto crítico en dispositivos que se usan cerca del rostro. Sin embargo, aquí hay un dilema: ¿de qué sirve un motor más potente si el diseño físico sigue siendo casi idéntico?

Analistas ya advirtieron en 2023 que Apple pospondría cualquier rediseño estructural del Vision Pro hasta 2025, al menos. Esto sugiere que la compañía está comprando tiempo, priorizando una transición tecnológica por etapas.
La partida está complicada para Apple
Las Apple Vision Pro 2 parece que no son el salto evolutivo que muchos esperaban, sino un parche estratégico. Su lanzamiento refleja una realidad incómoda: incluso para Apple, innovar en hardware puede convertirse en un campo minado cuando las expectativas chocan con las limitaciones técnicas y comerciales.
Eso sí, la inclusión del M5 es una baza interesante, pero insuficiente si no viene acompañada de mejoras tangibles en diseño, precio y opciones de uso. Mientras tanto, competidores como Meta avanzan en democratizar la realidad mixta, y startups como XREAL ganan terreno con dispositivos asequibles.