Apple no tendrá dudas en 2022 y los iPhone 14 llegarán a las tiendas con ‘notch’
El diseño de los futuros dispositivos no variará demasiado.
Es una de esas incógnitas recurrentes cada vez que se inicia el ciclo para el lanzamiento de nuevos iPhone: aunque llegan en el mes de septiembre, desde ese mismo instante comienza la campaña de filtraciones con los posibles cambios que vamos a ver en la siguiente generación. Y el del notch es de los debates más socorridos cuando se quiere transmitir la idea de que Apple va a realizar cambios.
La ceja que Apple estrenó en sus iPhone X de 2017 ya ha conseguido un primer objetivo de hacerse más pequeña con los modelos de este año y, por lo que llegan de los informes de algunos analistas, no podemos esperar decisiones radicales por parte de los de Tim Cook. No habrá eliminación de ese notch en 2022 por lo que Apple dará continuidad a los cambios llevados a cabo con los actuales iPhone 13 de 2021.
La ceja es bella
Aunque los analistas de cabecera del ecosistema Apple, como Ming-Chi Juo o Jon Prosser, lleven tiempo diciendo que en 2022 Apple eliminará ese notch de todos sus terminales, lo cierto es que los hechos no avalan una predicción así: los de Cupertino no vacilan a la hora de mantener ciertos elementos si eso da continuidad al concepto y diseño de sus smartphones, por lo que es complicado imaginar que el actual notch de los iPhone 13, sensiblemente más pequeño, vaya a desaparecer de un año para otro.
Así ha aparecido publicado en un perfil de la red social china Weibo, en el que ya se adelantó la llegada de un nuevo iPad de novena generación junto a los smartphones de Apple. Desde ese lugar se afirma que los iPhone 14 conservarán el mismo notch de los modelos de este año ya que desde la compañía no ven necesario hacer cambios todavía, máxime si tenemos en cuenta que Face ID sigue alojado en esa ceja y que no parece haber una solución sencilla para ubicar esos componentes en otros sitios.
Además de esa funcionalidad específica del notch en todo lo que tiene que ver con Face ID o las cámaras para selfies y otros sensores, esas formas son una característica diferencial de los iPhone desde 2017 y forman parte de los elementos que identifican los dispositivos de Apple. Renunciar a ellos sería, seguramente, desnaturalizar los terminales y eliminar parte de ese aspecto que transmiten aunque, eso sí, se trata de un componente que está destinado a desaparecer. Ya sea más tarde o más temprano.