Los Samsung Galaxy S22 podrían retrasarse por culpa de un nuevo Galaxy S21
Los coreanos tienen un lanzamiento pendiente desde antes del verano.
Acabado el verano, muchos llegaron a pensar que Samsung se había olvidado de poner en las tiendas uno de sus modelos más esperados para este año. Nos estamos refiriendo al Galaxy S21 FE (Fan Edition), que debería haber visto la luz entre el mes de junio y julio de este año pero que, por sorpresa, se cayó de todos los pronósticos para quedar sepultado por la actualidad.
Nadie sabía nada de este Galaxy S21 FE, salvo que la crisis de los chips había obligado a la compañía a posponer su lanzamiento unos meses más allá, hasta que la situación permitiera a los coreanos afrontar una puesta a la venta con las garantías mínimas de ofrecer las suficientes unidades al mercado para satisfacer su demanda. ¿Y ese instante ha llegado? Parece que sí.
Un movimiento que afecta a otro
Este empeño de Samsung por lanzar el Galaxy S21 FE le honra, porque es un smartphone que llega para ofrecer a los usuarios esa calidad premium de la gama S a un precio algo más económico que los modelos que llegaron a principios de 2021, pero lo que nadie imaginó es que priorizar este dispositivo iba a causar una reacción en cadena que afectaría a los mismísimos Galaxy S22 del año que viene.
Según informa Sammobile, el lanzamiento de los nuevos terminales de Samsung se iba a producir como siempre, a primeros de año con una posible presentación en enero y una puesta a la venta en febrero. Todo arropado por un evento Unpacked y el más que seguro regreso del MWC (Mobile World Congress) de Barcelona. Pero todo hace indicar que los acontecimientos no se producirán de esa manera ya que han surgido nuevos contratiempos.
¿Cuáles? Pues los mismos que llevaron a Samsung a retrasar el lanzamiento de los Galaxy S21 FE hace unos meses: la falta de suministro en componentes clave para fabricar los nuevos Galaxy S22. Este problema obligaría a los coreanos a, primero, poner a la venta el smartphone de la gama de este año en los próximos meses y, segundo, retrasar todos los planes para los de 2022, que pasarían de la horquilla enero-febrero a la de marzo-abril. Ese retraso de apenas dos meses llevaría a Samsung a meditar si hacer nuevos cambios en el resto de gamas.
Por ejemplo en los Galaxy Z Fold y Z Flip, que suelen presentarse a principios de agosto y ponerse a la venta dos o tres semanas después del evento. O en el rumoreado nuevo Note que todavía está a la espera de saber en qué fecha podría aterrizar en las tiendas.