Cómo saber que el archivo de chats en WhatsApp es completo y efectivo
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Como suele decirse, "nunca es tarde si la dicha es buena" y parece que WhatsApp por fin comprendió la absoluta inutilidad de tener una sección de archivo de la que los chats que guardamos allí pueden escapar a la menor notificación que reciben, por lo que en la práctica no tiene ningún uso más allá del de perder el tiempo moviéndolos hasta allí de vez en cuando. Sobre todo en el caso de conversaciones activas.
Además, el camino que hemos recorrido hasta la llegada de esta función ha sido tortuoso porque no es solo que la hemos visto en muchísimas versiones beta (de las que os hemos dado cuenta aquí), sino que en el último instante, cuando el update ya estaba disponible, ha tardado algunas jornadas en aparecer. Y lo mismo volviste a pensar que, otra vez, estaban desde la app demorando una función que para muchos es esencial.
Si no la tienes, bájatela
Estos archivos permanentes de chats los tenéis con las últimas versiones de WhatsApp disponibles en la App Store y la Play Store. Así que para verificar que las tenéis activas, simplemente acudid a las stores y comprobad que no hay una actualización pendiente. Con eso confirmado, nos vamos a la app de mensajería y buscamos la sección de archivo de todos los chats. Una buena señal de que todo está en orden, y actualizado, será si veis un número a la derecha.
En nuestro caso es un dos, lo que significa que ese es el número de chats que han tenido notificaciones y que tenemos almacenados aparte del resto del timeline principal. Eso ya nos indica que la función de archivado permanente funciona, así que si queréis ir a ver qué han escrito en esos grupos que os importan un bledo, solo tenéis que pulsar allí para acceder.
Ni qué decir tiene que en cualquier momento podemos revocar la pena que le hayamos impuesto a esos grupos archivados, para devolverlos a la página principal si vuelven a ser prioritarios o sus integrantes comienzan a comportarse como personas civilizadas. Es decir, que se acabaron las malas formas, obscenidades y demás contenidos que no os interesan o, por qué no, esa costumbre de escribir cualquier cosa hasta el punto de generar cientos y cientos de notificaciones en pocos minutos.
Pero con lo que os tenéis que quedar es que, por fin, podéis silenciar de verdad vuestros chats del trabajo cuando os vais de vacaciones, para no ver cuánto hablan mientras estáis tirados en la playa.