El ‘notch’ de los iPhone de 2021 se reducirá, pero será más grande que el de los modelos de 2022
Apple ha comenzado los trabajos para acabar con us famosa 'ceja'.
Estamos seguros de que en el instante en el que Apple comprendió que iba a necesitar meter una ceja en la pantalla de sus iPhone (X en 2017), para dar cabida a la cámara frontal y los sensores de Face ID, no se descorcharon botellas de champagne ni nada parecido en las oficinas de Cupertino. Eran conscientes de que, dentro de lo malo que suponía enturbiar la limpieza de su frontal sin botones, se trataba de la solución menos invasiva. Por lo que a partir de ese instante el objetivo último de la compañía sería buscar el instante en el que esa ceja pudiera pasar a mejor vida.
Ese momento no ha llegado, ni se le espera, pero todo apunta a que 2021 será el primero de los pasos en esa dirección. Al menos si atendemos a las informaciones publicadas en los últimos meses y a lo que desvela Bloomberg hoy mismo: aunque el notch vea reducido su tamaño en la generación de iPhone que llegará el próximo mes de septiembre, eso no será nada comparado con lo que veremos en 2022.
Operación bikini del notch
Según el prestigioso medio, Apple ya tiene marcado en la hoja de ruta de sus iPhone que los modelos de 2022 llegarán con una ceja mucho más pequeña que la de los dispositivos de este año que, a su vez, será más estrecha y delgada que la de, por ejemplo, los iPhone 12. Así lo desvela un informe en el que se afirma que los de Cupertino quieren continuar con su objetivo de eliminarlo en el medio plazo del frontal de todos sus smartphones.
Como sabéis, el problema del tamaño del notch no es tanto una cuestión estética como la necesidad de dar cabida a una serie de componentes que, hasta ahora, no han podido reducirse para ocupar menos espacio. Incluso algunos medios han barajado la posibilidad de que Apple recurra a nuevas tecnologías capaces de conseguir los mismos resultados con piezas que no son como las que están montando ahora mismo. Nos referimos tanto a la cámara para selfies como a los sensores del famoso Face ID.
Es más, Apple tiene sobre la mesa el problema de qué hacer con Face ID, visto los problemas que ha provocado durante la pandemia y la obligatoriedad impuesta por muchos países de llevar mascarilla cuando salimos de casa. Eso ha dado como resultado que en las oficinas de los norteamericanos se haya puesto sobre la mesa la posibilidad de revivir Touch ID en la mayoría de sus dispositivos, para ofrecer una forma de autentificación biométrica mucho más rápida y fiable en estos tiempos de coronavirus.