El verano está a la vuelta de la esquina, por lo que dentro de muy poco comenzarás a disfrutar, si no lo estás haciendo ya, de más de una jornada relajante en la playa. Pero claro, lo más probable es que quieras llevarte el teléfono móvil. Así que más vale saber cómo cuidar tu smartphone si lo quieres usar en la playa.
Hay que tener en cuenta que en la playa encontrarás una serie de elementos que pueden dañar tu teléfono. La exposición directa al sol, arena, humedad… Diferentes opciones que pueden convertir tu teléfono en un caro pisapapeles si no realizas los cuidados adecuados.
¿Tu teléfono es resistente al agua? Pues mucho nos tememos que, por mucha certificación IP68 que tenga, la salinidad del mar te puede jugar más de una mala pasada. Así que evita sustos innecesarios siguiendo estos sencillos consejos.
Evita el sol y la arena a toda costa
A lo mejor piensas que el gran peligro de usar un móvil en la playa tiene que ver con olvidártelo en el bolsillo y meterte en el agua a darte un chapuzón. Pero con tener un poco de sentido común puedes evitarte este problema. Pero luego están el sol y la arena.
Respecto al sol, la exposición directa puede provocar un problema de sobrecalentamiento que acabe por dañar a algún componente interno. No pasa nada porque le des un vistazo a las notificaciones de vez en cuando, pero cuando no estés utilizando tu teléfono es conveniente dejarlo siempre debajo de una toalla o en una zona que dé sombra.
Y con la arena pasa algo parecido. Estos pequeños trozos de roca son un enemigo terrible para nuestros smartphones. Para empezar, se puede meter arena en el puerto USB, salida de micrófonos y otras rendijas que haya. Por no hablar de la innata capacidad de este elemento para provocar antiestéticos rayones en la pantalla de tu móvil.
Así que, para ahorrarte un desagradable susto, lo mejor que puedes hacer es evitar en todo momento el contacto del móvil con la arena.
Mantén tu móvil lejos del agua
Hacer fotos desde la orilla es algo de lo más habitual. Hasta que el teléfono se te resbala y se cae. Y ya te adelantamos que, por muy rápido que seas en recogerlo del agua, la corrosión hará acto de presencia en muy poco tiempo, dañando cualquier componente. Y el resultado suele ser un caro pisapapeles, o un teléfono al que no le funciona el micrófono por lo que ya no sirve para hacer llamadas.
Con un poco de sentido común puedes evitar este problema, pero nosotros te recomendamos comprar una funda impermeable para usarla cuando vayas a la playa con el móvil. Hay modelos universales, por lo que no tendrás problema alguno en este aspecto.
Cuidado con los ladrones
Por desgracia hay un tercer elemento que no podemos ignorar: los amantes de lo ajeno. Todo lo que tenga que ver con el mundo de la electrónica es un producto que tiene una muy rápida salida en el mercado negro, y por este motivo se roban tantos móviles.
Así que, evita dejar el móvil a la vista cuando no estés cerca para vigilarlo. Es mejor dejarlo escondido en el bolsillo de un pantalón o incluso debajo de la toalla (puedes poner otra toalla par evitar que el móvil entre en contacto con la arena). De esta manera, le pondrás las cosas un poco más difíciles a los ladrones.