Crean un Google Maps de la Naturaleza para escuchar sus sonidos
Se trata de un proyecto pionero.
Seguramente parece una idea tan extraña como genial, porque en los tiempos donde tenemos a la vista cualquier rincón del planeta para verlo antes de ir, o para recordarlo cuando ya hemos vuelto a casa, a nadie se le había ocurrido la posibilidad de viajar con los sonidos. Transportarnos a un lugar solo para atender cómo suena la Naturaleza en aquellos rincones del planeta que todavía están vírgenes.
Hablamos de Google Maps porque es la referencia más cercana que tenemos, aunque sus creadores, los científicos de la Queensland University of Technology de Australia creen que se parece más a un Street View de los de Mountain View, donde podremos pulsar con el dedo en cualquier lugar de un mapa y escuchar.
Proyecto pionero en Australia
De momento, este Strret View de los sonidos es un proyecto que acaba de ponerse en marcha y que pretende instalar a lo largo y ancho de todo el país una serie de grabadores de audio que son autosuficientes gracias a los paneles solares que instalan en la parte superior.
Gracias a una serie de tarjetas de memoria, quieren estar cinco años grabando 24/7 todos los sonidos de los diferentes ecosistemas de Australia para crear un completo mapa que les indique cuál es la fauna que vive allí y cómo se comporta, o cambia el paisaje acústico, con el paso de las estaciones y los años.
Según los científicos que están a cargo del proyecto, podremos escuchar "pájaros, ranas que croan, koalas bramando, incluso el aullido de perros salvajes, animales que los científicos encuentran difíciles de rastrear en el desierto". Son importantes proyectos porque, según cuentan, "Normalmente no podemos averiguar qué le está sucediendo a estas especies, no podemos predecir cuándo van a llamar, no podemos predecir cuándo estarán presentes".
Lo bonito de este proyecto es que satisfará a los dos ámbitos para los que ha sido diseñado, por un lado para ofrecer una mayor información a los científicos sobre cómo evolucionan los ecosistemas y las especies que en ellos viven y, por otro, al público general, que podrá escuchar cualquier rincón del país bajo cualquier circunstancia: de día, de noche, en verano, en invierno, tras un temporal de agua, con un sol de justicia, etc.
Para que os hagáis una idea de la magnitud del proyecto, al concluir los cinco años de toma de sonidos, los científicos se encontrarán con dos petabytes de datos (2.000TB), lo que equivaldrán a 2.000 años de sonido. Todo eso, al alcance de un clic en un mapa.