¿La pantalla de Windows 10 se queda congelada? Así puedes solucionarlo
Existe una forma rápida de devolver a la vida un ordenador que se ha quedado con la pantalla congelada
Los bloqueos y congelados de la imagen en Windows son tan antiguos como el propio sistema operativo. Y pueden ocurrir por muchas razones aunque lo más común es que alguna app haya dejado de funciona correctamente, y haya dejado la pantalla congelada, y desconcertándonos por completo, acerca del problema que pueda estar sufriendo el ordenador. Pues bien, tanto en un PC de sobremesa como en un portátil, existen formas de revertir este proceso tan molesto, y terrorífico para muchos, de ver cómo su móvil se congela completamente.
Basta con una combinación de teclas
Si la pantalla del ordenador se queda congelada, evidentemente estamos ante un síntoma nada bueno de que a nuestro ordenador le comienza a fallar algo. Pero más allá de saber qué le está ocurriendo, lo primero que querrás hacer en el momento que se congele la pantalla, será devolver a la vida esta, para que podamos utilizarla de forma normal. Pues bien, para ello, cuando os encontréis en esa situación, podremos resolverlo con estas combinaciones de teclas según sea el dispositivo con el que nos encontramos.
Si tenemos Windows 10 en un ordenador de sobremesa o portátil, la combinación de teclas para acabar con la pantalla congelada es la siguiente:
- -Win+Control+Shift+B (en el caso de un ordenador de sobremesa o portátil)
- -Pulsar volumen arriba y debajo de forma simultánea durante tres veces seguidas (para las tabletas)
Como es lógico, hablamos siempre de dispositivos con Windows 10 como sistema operativo. Si es así, tras introducir esta combinación de teclas veréis como la pantalla vuelve a la vida. Eso sí, por el camino podemos haber perdido lo que hemos hecho con el programa que teníamos abierto, perdiendo todo el progreso que habíamos hecho después de guardar los documentos. Y que aunque veremos cómo la pantalla lanza destellos, existe la posibilidad de que esta vuelva a la vida tras haber cerrado la aplicación que estaba generando los problemas. Evidentemente es preferible perder una app o su progreso, a tener que estar parados sin poder hacer nada con el ordenador mientras la pantalla sigue congelada.