Este año 2017 es clave para el WiFi en los aviones ¿cómo nos afecta?
Europa está muy por detrás de los Estados Unidos en cuanto a la conectividad WiFi de sus aviones y aerolíneas, un problema evidente si revisamos que el 75% de las ocasiones los pasajeros estadounidenses pueden usar Internet durante sus trayectos, frente a unas cifras notablemente menores en nuestro caso. Sin embargo, hay un plan de despliegue de conectividad previsto, que arrancará durante el próximo año y combinará la infraestructura terrestre con el soporte de satélites, de forma que los pasajeros puedan conseguir una 'conexión estable y fiable' en sus trayectos.
El WiFi es un factor crucial para conseguir clientes, y en Europa hay un plan de despliegue de esta conectividad que arrancará en 2017
Compañías como Inmarsat y Detsche Telekom aseguran que la conexión WiFi es un factor de atracción para los clientes, un punto que apoyan también ViaSat y Panasonic. ViaSat, por su parte, ya ha adelantado que entre los años 2017 y 2019 desplegará nuevos satélites para prestar Internet a las aerolíneas a través de WiFi en sus aviones, y Panasonic también ha adelantado que prepara nuevos equipamientos para la optimización de la cobertura. El debate entre unas y otras compañías está, sin embargo, en cómo este servicio se va a prestar a sus clientes, si será de pago o gratuito con 'opciones premium'.
Se estima en cualquier caso que a finales de década se habrán desembolsado en torno a 5.000 millones de dólares para el despliegue de las infraestructuras y tecnologías necesarias en la implantación de la conexión a Internet en aerolíneas y aviones. Y tanto Inmarsat como Detsche Telekom han arrancado con el desembolso de 250 millones de dólares con la intención de acelerar la adopción de las tecnologías necesarias a bordo. Aproximadamente, la infraestructura terrestre alcanza un coste de 100.000 dólares por avión, mientras que los satélites pueden suponer hasta 500.000 dólares por cada uno de ellos. EasyJet, por ejemplo, ha adelantado que está próxima al despliegue comercial.
Uno de los mayores retos en el despliegue de conectividad WiFi es mantener esa 'estabilidad' de conexión entre países, sencillamente por los vacíos legislativos entre cada uno de los estados miembros. En este punto, las compañías implicadas aseguran que es complicado 'ofrecer al cliente una conexión única en trayectos entre países miembros de la Unión Europea', pero es algo que se está negociando.