En Japón, los turistas podrán pagar sólo con el dedo
Mientras se debate y se da como gran novedad por algunos bancos el pago mediante el móvil, como pasó la semana pasada con el Santander y que nos permitió hacer un repaso a los bancos que permiten este tipo de pagos en España, en Japón, como en muchas otras ocasiones, dan un paso tecnológico más y quieren ir por delante del resto del mundo.
De este modo, los turistas que pasen por la capital nipona en los próximos meses pueden olvidarse de llevar tarjetas de crédito o si su teléfono tiene NFC o no. Como si se tratara de una novela de ciencia ficción podemos leer en The Japan News que se va a empezar a ofrecer la posibilidad de pagar con el dedo, o más concretamente, con la huella dactilar.
Japón quiere así prepararse para la avalancha de turistas que en los próximos años van a llegar al país y, sobre todo, de cara a las olimpiadas de 2020 que organizará Tokio. Lo mejor es que no habrá que hacer un registro previo o apuntarse en ningún lado. Al aterrizar en el país del sol naciente, en la misma terminal del aeropuerto podremos acercarnos a un mostrador para con nuestro pasaporte y la tarjeta de crédito que queremos asociar. Desde ese momento tanto en los establecimientos como en los cajeros que estén dotados de esta tecnología de reconocimiento de huella dactilar será posible pagar o sacar dinero.
Además, cuando lleguemos al hotel ya no hará falta identificarse con el pasaporte o aportar una tarjeta de crédito, simplemente pondremos el dedo en el lector en recepción y todos esos datos asociados pasarán a nuestro registro para poder subir ya a la habitación.
Muy cómodo pero ¿y la privacidad?
Ciertamente, tras el primer impacto de lo cómodo que podría ser el sistema, la duda que le entrará a muchos es si quieren dar estos datos tan sensibles a las autoridades y comercios de un países extranjero. Es el gran handicap al que se enfrenta el sistema porque estamos dando acceso a algo tan importante como la huella dactilar, es decir, nuestra identificación junto a medios de pago.
Habrá que ver si los turistas se adaptan a esta tecnología ya que si se convierte en algo obligatorio, para controlar el acceso de las personas al país en el ambiente de crispación ante el terrorismo internacional, podría volverse en contra de las autoridades japonesas. Y es que el sistema irá recogiendo datos de nuestros movimientos, cómo usamos y para qué nuestra huella en el país. etc. Aunque la promesa es que todo esto estará ultra-protegido y será anónimo, quedan dudas sobre si al final se impondrá.
De momento, sólo hay un lugar en todo Japón donde se usa esta tecnología, durante el periodo de pruebas, el parque temático Huis Ten Bosch de la prefectura de Nagasaki, donde sus responsables indicaron que había sido recibido de forma positiva.