iPhone SE frente al iPhone 5c ¿lo ha hecho bien Apple esta vez?

Ha esperado dos años pero Apple vuelve a la carga con lo que se supone es un producto para la gama media. Se trata del iPhone SE, acrónimo de Special Edition, y se enfrenta así al reto de triunfar donde su antecesor fracasó estrepitosamente.

Allá por 2014, junto al lanzamiento del iPhone 5s llegaba al mercado el iPhone 5c, un terminal con las mismas prestaciones que el iPhone 5, esto es una cámara de 8MP, capacidades de 16 o 32 GB, pantalla de 4 pulgadas - en ese momento idéntica a la del iPhone 5s -. Las diferencias llegaban con la ausencia del Touch ID y la presencia de un diseño en policarbonato en varios colores.

El problema de este lanzamiento es que Apple puso la etiqueta del precio claramente fuera del mercado al que se dirigía. El iPhone 5c, un teléfono netamente inferior la iPhone 5s con el que se lanzaba, costaba sólo 100 euros menos, lo que lo hacía una compra poco recomendable para la mayoría de los usuarios que no estuvieran cautivados por su diseño.

Ahora tenemos entre nosotros el iPhone SE y las cosas, parece que han cambiado radicalmente en la empresa californiana. Primero porque el terminal que han presentado hoy llega en un precio que puede hacer tambalearse la gama media, tan sólo 399 dólares - que se traduce en Europa en 489 euros para el de 16 GB -. El terminal, además, es la fusión de iPhone 5s y el iPhone 6, como se había prometido. Hablamos de un dispositivo que llega con todos los avances como es un procesador A9, cámara de 12MP, el LTE más rápido, Touch ID, capacidad para grabar en 4K, etc. No tiene nada que envidiarles a sus hermanos mayores excepto el diseño, que esta vez es en un atractivo cuerpo metálico y en los mismos colores que los nuevos terminales. Esto es que también está disponible en gris espacio, plateado, dorado y, por primera vez en 4 pulgadas, en Rose Gold.

¿No es un disparo a la línea de flotación de los iPhone 6S?

Es posible que presentar un smartphone "casi" como los más potentes pero a la mitad de su precio puede parecer un suicido, pero lo cierto es que Apple ha comprendido que su crecimiento no está ya en quien se puede comprar sus terminales, sino en quien no puede aspirar a ellos. Tienen que tragar con una pantalla de unas dimensiones muy limitadas y un diseño que aunque tiene reminiscencias de los nuevos iPhone, es una reversión del que tenía el iPhone 5s.

Hablamos del paso justo anterior, de tener un "iPhone" pero sin que sea "El iPhone" del momento. No se puede vaticinar si este produco le va a funcionar mejor que el iPhone 5c pero, sin duda, esta vez en Apple han hecho los deberes - y los accionistas e inversores - deben estar muy contentos con esta decisión.