Parkingdoor abre tu garaje desde móvil o smartwatch por Bluetooth
De la domótica hemos dado un salto evolutivo al Internet de las Cosas, y esto afecta también a nuestros hogares. Tanto es así que, gracias a la conectividad inalámbrica Bluetooth, es posible sincronizar el teléfono inteligente con elementos como la puerta de nuestro garaje privado, de forma que sin necesidad de conexión WiFi o de datos móviles, podamos utilizar nuestro dispositivo móvil como mando a distancia del garaje. Bien el teléfono inteligente, o bien incluso el smartwatch, diseñado para llevarlo 'siempre encima'.
El mando a distancia del garaje siempre encima, en el smartphone o el smartwatch
La idea de esta startup madrileña permite olvidarse del mando a distancia convencional del garaje, de forma que se simplifica el uso y se evitan las molestias por posibles pérdidas, por ejemplo, o sencillamente el olvido del mando dedicado. En su lugar, proponen el uso del propio teléfono inteligente o el smartwatch, dispositivos que siempre van con el usuario. Y la 'replicación de llaves' es tan sencilla como sincronizar otro smartphone o smartwatch con el dispositivo Parkingdoor.
Además de nuestro dispositivo móvil necesitamos colocar en la puerta de garaje el denominado Parkingdoor, que presume de diseño compacto y actúa de una forma muy similar al receptor convencional. Ahora bien, utiliza además un sistema de cifrado específico para reducir los riesgos de robo, algo en lo que también se presta con ventajas frente a la tecnología a la que pretende sustituir.
Sólo hacen falta un pequeño dispositivo en la puerta de garaje y un smartwatch o smartphone conectado
El proyecto, que de momento está planteado para un uso privado y particular, apunta a un desarrollo en favor del aparcamiento colaborativo. Este tipo de tecnologías de control remoto inteligente, desde el teléfono inteligente y sin necesidad de conexión a Internet, próximamente servirá para el uso en una amplia comunidad de usuarios y conductores, y con la intención de facilitar una de las tareas más arduas al volante, que es el aparcamiento.