Disco duro HDD o SSD, qué diferencias hay y cuál deberías comprarte
Ahora mismo, cuando nos hace falta cambiar de disco duro, y también si estamos pensando en mejorar el rendimiento de nuestro ordenador, la pregunta que nos solemos hacer suele ser ¿HDD o SSD? Para quien no esté familiarizado con las siglas, HDD significa Hard Disk Drive y son los disco duros mecánicos, los "de toda la vida" que han llevado los ordenadores, frente a los nuevos Solid State Drive, aquellos que en lugar de llevar un disco magnético y una aguja utilizan lo que se llama memoria flash, la misma en la que se basa cualquier pendrive USB.
SSD: velocidad, eficiencia y mayor vida útil
La primera diferencia entre ambas tecnologías es la velocidad. Y es que este es el principal baluarte de los SSD, son casi 10 veces más rápidos escribiendo y leyendo datos que los HDD. Esto también significa que aceleran el rendimiento del ordenador de forma parecida, con tiempos de carga mucho más cortos que con los HDD.
Por otra parte, al no contar con partes móviles, no tienen el desgaste de los mecánicos HDD. Eso hace que mientras un disco duro "tradicional" tiene una expectativa de vida de unos 5 años, los SSD logren hasta 7 años de vida útil.
Finalmente, también derivado de que no son mecánicos necesitan menos energía, además de que son totalmente silenciosos.
Fiabilidad: luces y sombras en los dos
En los SSD los datos se agrupan en páginas que se recogen en bloques. El problema es que para meter más páginas en un bloque que está medio lleno, haya que vaciarlo para volver a llenarlo. Esto hace que si queremos que el disco duro siga funcionando a pleno rendimiento, hay que tener libre un 20% del espacio para esta función que se llama "recolección de basura".
Con el tiempo, eso si a partir al menos de 7 años, los SSD se pueden ir degradando algo que no ocurre con un HDD. Pero estos últimos tienen su particular Talón de Aquiles. Primero que si no tenemos cuidado, un disco duro de marca de dudosa procedencia puede fallar en 6 meses o desmagnetizarse, corromperse o que sus partes mecánicas dejen de funcionar.
HDD: capacidad y precio
Por otra parte, los puntos fuertes que aún tienen los HDD empiezan por su capacidad. Los HDD suelen venir en dos formatos de 3,5 pulgadas (destinados a ordenadores de sobremesa) o de 2,5 pulgadas (para portátiles), con capacidades máximas de unso 4 TB y 2 TB respectivamente. Ahora bien, los SSD, dado que es más cara su tecnología, han llegado hace poco hasta los 2 TB de máxima capacidad en la actualidad, siendo los más populares los de 512 GB además de que ya vienen en formatos de 2,5 pulgadas (por lo que para usarlos en una bahía de 3,5 pulgadas hay que adquirir un adaptador).
Unos y otros vienen con conectores SATA, por lo que no hay problema en este sentido pero si de algo pueden presumir los HDD es de más fiabilidad a la hora de que no se pierdan los datos por la propia tecnología de los SSD.
Finalmente, lo cierto es que el GB de datos en un HDD es sensiblemente más barato que el de los SSD. Estamos hablando que un disco duro de 4 TB ronda los 200 euros, lo que es apenas 0,05 euros por GB. Por estos 200 euros, en el bando de los SSD se accede a capacidades de 512 GB, por lo estamos hablando de un precio cercano de cerca de 0,40 céntimos por GB. Antes hemos dicho que existen SSD de 2 TB, presentados por Samsung este mismo año, pero sus precios son de hasta 900 euros - eso si, con hasta 10 años de vida garantizados - pero que los deja al alcance de pocos bolsillos y aún más lejos en esta comparativa de precio por GB.
¿Cuál es la decisión acertada?
La primera es la que nos permita el bolsillo, pero si repetimos el ejemplo anterior, con 200 euros en la mesa y un SSD o un HDD en cada una habría que preguntarse:
- ¿Necesito mucho espacio de almacenamiento y no me importa el rendimiento? Sí -> HDD ; No -> SSD.
- ¿Quiero mejor rendimiento y velocidad y no me importa tanto el espacio? Sí -> SSD; No -> HDD.