Los inversores castigan a Acer
Acer presumía, allá por el mes de febrero, de unos resultados en 2014, al menos en España porque en el resto del mundo no eran tan brillantes, que dejaban atrás el fantasma de los convulsos sucesos de 2013 en los que, entre otras cosas, dimitió su CEO, J.T. Wang, y todos los directivos, ante unos resultados desastrosos ese año, se reducían el sueldo y perdían privilegios. Nuevos tiempos y un nuevo nombre al frente, Jason Chen, que hace sólo unos meses se pasaba por las páginas de El País con una entrevista en la que prometía que "la crisis de gestión está zanjada y la situación de la compañía estabilizada".
Sin embargo, parece que la estrategia de la compañía, centrada en ampliar los segmentos de productos en los que participa, con foco en algunos como los Chromebooks o los smartphones con Windows Phone, no parece convencer a los inversores y pese a un aparente recuperación, acumula una pérdida en la bolsa del 80% en los últimos 5 años con una fuerte caída, precisamente, en los últimos tres meses.
La caída ha sido aún más fuerte
El gráfico de la acción de la compañía es bastante definitorio y muestra un arco que tras la caída con los resultados de 2013, parecía recuperarse. Sin embargo, ha vuelto a iniciar un descenso imparable hasta situarse en las mismas cotas no sólo de cuando la compañía tenía que hacer examen de conciencia, sino en mínimos históricos que no se veían desde hace 14 años.
En concreto, obtenía un máximo el pasado mes de septiembre de 2014, para iniciar un vertiginoso descenso hasta noviembre de 2014. Tras un periodo navideño y un primer trimestre de 2015 relativamente estables, la caída tras la presentación de los resultados del año pasado y sus planes de futuro, marcados por un intento de abarcar todas y cada una de las gamas de gadgets habidas y por haber, parece haber espantado a los inversores. La caída se iniciaba en abril y actualmente, la cotización de la compañía, como se puede ver, ha vuelto a su peor resultado de nuevo.
Si echamos la vista algo más atrás, como hacen los compañeros de ADSLZone, y se ve como la compañía lleva sin levantar cabeza desde 2011, momento en el que su acción cotizaba en unos sólidos 101,72 dólares y ahora apenas si supera los 15,60 dólares.
La era post-pc se le atraganta a Acer
De cara al 2015, los objetivos de la compañía que ha pasado de ser sinónimo de PC a un agente "multidispositivo" eran los del crecimiento del doble dígito, concretamente un 10% en todas sus líneas de negocio. "Queremos ser una compañía muy flexible y que la oferta de nuestros productos vaya desde una pulgada hasta cien" afirmaba Chen en la entrevista del pasado Mobile World Congress.
Sin embargo, no parece que este nuevo carácter tan abierto de la compañía, que observa desde los wearables hasta los ordenadores con las pantallas más grandes - y dada la aseveración del CEO hasta algo más - sea, ni mucho menos, una garantía de futuro para las inversiones, cuyos responsables ven poco o ningún futuro en la compañía, pese a los resultados de los que ha presumido en los últimos tiempos.
Su presencia es meramente testimonial en segmentos como los móviles o las tabletas y, aunque saque pecho de sus conquistas en 2014, la realidad que también ofrecen los datos de IDC y Gartner indican que tiene un 7,2% de cuota de mercado PC, con un descenso interanual este primer trimestre de 2015 del 7%. Lenovo lidera con mano de hierro el mercado con un 20% mientras que Acer tiene por delante a HPS, Dell y ASUS cuando antaño era la segunda marca de este mercado.
Es difícil, por tanto, pensar en que Acer podrá remontar una situación que cada vez se le complica más en un 2015 donde, pese a su intención de cambiar de rumbo, y de momento, cada vez tiene menos apoyo financiero.