¿Qué significa que mi teléfono o accesorio sea resistente al agua?
La llegada de los teléfonos o tablets que ofrecen resistencia al agua es un fenómeno que se ha producido hace poco tiempo. No se debe confundir esta opción con la que es habitual en los relojes tradicionales, ya que no se utilizan las mismas tecnologías para conseguir esto, incluso, la forma de calificar esta característica no se parece en nada. Mostramos lo que se debe conocer respecto a esta nueva posibilidad.
Lo cierto es que no son muchos los fabricantes que por el momento han decidido integrar la resistencia al agua a los terminales móviles o accesorios, como por ejemplo los relojes inteligentes. Algunos ejemplos son Sony, que en su gama Xperia Z es habitual, o Samsung, que dispone de la línea Galaxy Active para ese efecto (la Galaxy S ha perdido esta opción en el último modelo presentado). El resto, como por ejemplo Apple o LG no contemplan esta posibilidad por el momento.
Certificación necesaria
Lo primero que se debe saber es que la calificación de la resistencia al gua no se realiza mediante el uso de la medida ATM, habitual en los relojes tradicionales. Lo que se incluye en los dispositivos móviles es una certificación con un estándar que existe en la industria (o clasificación) denominada IP. Por lo tanto, no hay comparación posible.
En la actualidad, dos son las opciones más habituales que se integran en los teléfonos móviles o tablets (incluso en accesorios, como por ejemplo pulseras inteligentes). El caso es que después de la nomenclatura IP aparecen dos números que indican la protección orecida frente al agua y polvo (esto último muy importante en los productos de los que estamos hablando).
Si tomamos como referencia la compatibilidad con el estándar IP6X, lo que se consigue es una protección completa frente al polvo (si fuera IP5X hablaríamos de una menor resistencia, y así sucesivamente. Ahora viene el segundo número, que es el que hace referencia al apartado del agua. Si estamos ante un modelo compatible con IPX7 se está ante un modelo que no tiene problema de aguantar ligeras inmersiones, pero no muy profundas y por mucho tiempo (1,5 metros como máximo). Pero si lo que se dispone es de IPX8, la profundidad aumenta a los tres metros y más tiempo.
En resumidas cuentas…
Con un ejemplo creemos que se puede aclarar todo mejor: un teléfono con protección IP58 ofrece mejor resistencia al agua -pero peor al polvo- que uno que es compatible con IP67. De esta forma, cuando tengas las intención de comprarte un dispositivo móvil con este tipo de resistencia, puedes conocer con gran exactitud cuál es el que resulta más adecuado para ti.