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Es un estándar que ya tienen casi todos los móviles

Cómo enviar archivos de gran tamaño entre dos móviles o desde el ordenador gracias a WiFi Direct

wifi

Con conexiones como el Bluetooth o el siempre socorrido email, podemos intercambiarnos sin problemas un archivo - foto, canción, etc - que pese unos megas. Pero el problema se hace algo más insalvable cuando queremos pasarle a nuestro amigo un vídeo que hemos hecho y pesa ya varios cientos de MB que no se puede enviar de ninguna forma.

Muchas cuentas de correo tienen límites a los archivos que podemos subir o usar algo como el Bluetooth es pasarse horas esperando dado a sus limitadas tasas de transferencia. Si bien se pueden utilizar cosas como Dropbox, donde podemos subir este vídeo y luego pasar el enlace para que se lo descarguen, casi siempre la impaciencia nos hace querer pasárselo ya a quien tenemos al lado para compartir tanto ese recuerdo que acabados de inmortalizar o bien, entre colegas de trabajo, porque llevamos documentación que pesa también lo suyo y, por ejemplo, nos hace falta tenerla a todos para una reunión.

Sea como fuera y por la razón que haya en cada momento, es cuando entra en juego una pequeña funcionalidad que se ha colado en muchas fichas técnicas pero a la que se le presta una atención menor de la que se debería, el WiFi Direct. Este relativamente nuevo estándar se lleva integrando en los terminales desde hace ya un par de años y, casi con seguridad, cualquiera comprado en este tiempo, incluyendo los gama de entrada más recientes, es compatible con él.

Con él, lo que se consigue es que dos smartphones, o en realidad cualquier pareja de dispositivos que que tenga conexión WiFi, por lo que se puede utilizar también con ordenadores, tablets, etc., pueda comunicarse y compartir archivos aprovechando el mayor ancho de banda que tienen las conexiones WiFi, lo que permitirá transmitirlos a más velocidad. Esto es lo que se conoce como crear un "soft access point" en uno de los dispositivos al que el otro se conectará para finalizar el enlace y descargarse el archivo en concreto. Es decir, realmente, nos hace falta la aplicación en uno de los dos para enviar, ya que el otro lo recibirá sin software adicional.

Lo cierto es que, como es habitual, la funcionalidad está ahí y para aprovecharla y sacarle más partido hay que utilizar alguna aplicación que nos abra sus puertas.

En el caso del ordenador, algunas de las más recomendables son Share My Files, que por 1,99 euros nos permitirá activar esta función en cualquier PC con Windows y compartir sus archivos con otros dispositivos como ordenadores, móviles, tablets, etc.

Por otra parte, entrando ya en el apartado de los smartphones, nos encontramos con SuperBeam, una genial aplicación que además es gratuita tanto en Android como iOS (version Lite) y que permite gestionar tanto los envíos como la recepción de archivos mediante Wifi Direct.

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