Los mensajes en Facebook aceptados como medio para notificar un divorcio
Es un caso rocambolesco el que ha sucedido en EE.UU. donde Ellanora Baidoo ha conseguido que sus intentos de contactar con su marido a través de Facebook, que había bloqueado todo tipo de comunicación para impedir su divorcio, sean considerados como prueba con validez legal para obtener el divorcio.
Y es que este joven matrimonio, de apenas 26 años cada uno, no llegó a buen término pero el esposo de Ellanora se resistía a dejar de serlo. Cambió de número de teléfono, de dirección y hasta utilizaba terminales de prepago para evitar ser contactado de ninguna forma y evitar que se vinculase su identidad a una dirección de facturación donde pudiera ser notificado judicialmente. No tenía siquiera un coche a su nombre o cualquier otro medio que pudiera ser utilizado. Era un "fantasma" a ojos de la justicia y de su ahora ex-esposa desesperada por separarse legalmente de él.
Sin embargo, en este mundo hiperconectado, el díscolo esposo se dejó un fleco suelto, y fue su cuenta de Facebook, por la que su esposa le envió un mensaje a la semana durante tres semanas consecutivas, como marca la ley estadounidense, y esto se ha considerado como medio válido para comunicar y enviar los "papeles" del divorcio. Dado que el susodicho no contestó, el juez finalmente se ha decantado por la demandante que ahora ya está separada de este personaje.
Puede parecer un caso de "chiste" pero sienta un precedente importante
No es la primera vez que Facebook es motivo de divorcio, pero casi siempre tiene otro papel más como fuente de pruebas de infidelidades y cosas parecidas. En esta ocasión el matiz es diferente y muy importante a efectos legales, al menos al otro lado del Atlántico pero es algo que se podría llegar a aceptar en España.
Es decir, considerar Facebook o una red social como un medio de comunicación que puede ser utilizado en un juicio para que la parte contraria demostrar que se ha comunicado con esta persona de forma repetida como para que el juez tome en consideración esto a la hora de decidir contra quien, con mala fe, tratan de hacerse invisibles a los ojos de la ley.
Y es que las redes sociales son ya parte tan importante de nuestra vida y matrimonios que, también en EE.UU., los típicos contratos prematrimoniales ya recogen cláusulas que limitan el uso de las redes sociales y de lo que pueden publicar los cónyuges para evitar - o quizás causar - más problemas además de pensar a la hora de que el amor se acaba y cada uno tiene que irse por su lado.