Comparte de forma sencilla las fotos que haces con tu cámara digital
Si tienes una cámara digital es muy posible que para compartir las fotos que haces con ella lleves el dispositivo de un lado a otro o, en su defecto, que hagas lo propio con la tarjeta de memoria que hay en su interior. Esto es efectivo, pero poco eficiente. Te vamos a mostrar opciones sencillas de aplicar para que todo este proceso sea lo más cómodo de realizar.
La primera opción que debes valorar es conocer si tu cámara incluye conectividad WiFi. Esto es algo que muchos modelos ofrecen en la actualidad y que algunos usuarios desconocen. Revisa tu manual ya que de ser así, simplemente debes conectar el dispositivo al que se desean volcar las fotos utilizando el protocolo WiFi Direct, lo que es muy sencillo ya que es punto a punto (es decir, cámara a teléfono, por poner un ejemplo). Si estás pensando en comprarte un nuevo modelo y deseas que tenga esta funcionalidad, te recomendamos visitar la lista de este enlace.
Pero esto no siempre es posible y no se dispone de una cámara con este tipo de conectividad, en este caso hay dos opciones que por su sencillez y capacidad te vamos a recomendar a continuación.
Tarjetas de memoria avanzadas
Pues sí, aunque parezca mentira existen tarjetas SD que ofrecen en su interior todo lo necesario, antena incluida, para que el proceso para compartir las fotos desde la cámara utilizando la conexión WiFi sea de lo más sencillo. Así, es posible realizar una toma y, directamente, que esta se almacene tanto en el accesorio como en un teléfono o tablet al que se conecta. Así, llevar las imágenes es muy fácil.
Un ejemplo es EyeFi, una opción que ofrece clientes para dispositivos Android e iOS y que permite de una forma rápida e inocua realizar los pasos antes indicados. Otras opciones las puedes conocer en este enlace, y lo cierto es que la configuración es tan sencilla (simplemente introduciendo un código único en el dispositivo de destino) que merece la pena valorar seriamente esta posibilidad.
Almacenamiento en la nube
Esta es la opción más básica y que puede ser la más indicada para tener un control más concreto de lo que se hace y, además, no supone gasto alguno. Una vez que se descargan las fotos en un ordenador utilizando los procedimientos habituales, como por ejemplo su conexión USB, es posible realizar un servicio online en el que guardar las deseadas.
Opciones hay de todo tipo, como por ejemplo Dropbox, Drive de Google o OneDrive de Microsoft. Además, todas ellas disponen de servicio de subida automática de imágenes, por lo que al reconocer el tipo de archivo que se está transfiriendo al conectar la cámara es posible que se haga una copia de seguridad aquí.
Posteriormente, para compartir las tomas simplemente se necesita utilizar los clientes para dispositivos móviles (las antes mencionadas tienen en todas las plataformas) e, incluso, es posible compartir directamente por correo cada una de ellas o una carpeta seleccionada mediante un enlace que se genera automáticamente. Una opción mucho más completa pero que requiere de más pasos para llegar a buen puerto.