Cómo saber si nos llega realmente el máximo de "megas" que permite el ADSL en nuestra zona
Muchas ofertas de Internet tienen la misma premisa, sobre todo si hablamos de ADSL que, por otra parte, sigue siendo la mayoría de las conexiones de banda ancha de España a pesar del esfuerzo que se está realizando por llegar con la fibra óptica cada vez a más hogares. No es otra que el "hasta" de los anuncios (hasta 10 megas, 20 megas, etc). En muchas ocasiones, y a veces se ve cuando intentamos la descarga de un archivo, que no tiene por qué ser ilegal, puede ser un documento de un peso importante en Dropbox, y la cifra que se indica a la que están pasando los kb/s no parece adecuada.
Hay megas y Megas
Para empezar, vamos a decir algo que es de sobra conocido pero aún hay quien se sorprende al descubrirlo. Los "megas" de la conexión a Internet no son iguales que los de los archivos como películas, música y demás que tenemos en el ordenador. Los primeros son megabits y los segundos megabytes. La diferencia es que en un megabit hay 1.024 bits y en el otro 1.024 bytes, y un byte son 8 bits.
Es por ello que cuando nos "venden" una conexión de 10 Mb, que significa que descargaremos a 10 megabits por segundo como máximo, en realidad lo que tenemos son 1 megabyte por segundo. Si una película son 700 MB, tardaremos 700 segundos en bajarla y no 70 (eso se consigue con las conexiones de 100 Mb).
¿Cómo saber cúal es la velocidad que me debe llegar?
El problema del ADSL es que su tecnología, al fin y al cabo, está basada en el cable de cobre telefónico y, como tal, tiene sus limitaciones. Sobre todo la que está en relación a la distancia a la que está nuestra casa de la central de nuestra zona. La suma es fácil, a más distancia de la central, menos velocidad tenemos y aproximadamente si estamos a 4 km, el servicio será desastroso.
La cuestión es que cuando llamamos al servicio de atención al cliente de la operadora de turno nos indican que la velocidad máxima de nuestra zona es X... y tenemos que creerles ¿o no? Pues no hace falta, ya que podemos recurrir a herramientas como esta para averiguar la cobertura ADSL, VDSL2, o FTTH.
Si tenemos contratado fibra óptica o cable, a no ser que haya algún problema con la línea, los "megas" que se prometen son los que llegan habitualmente, al menos en su 90%, una de sus mayores ventajas frente al ADSL basado en línea de cobre.
¿Me dan lo que estoy pagando?
Esta es la pregunta que nos tiene que llevar a medir la velocidad que tenemos en casa dado que, si realmente sólo nos llegan 10 o 20 Mb ¿para qué pagar una conexión de 50 Mb o más?
En este punto es cuando, tras conocer el máximo que tenemos en nuestro área, entran en juego los test de velocidad en Internet, como el que se puede encontrar en este enlace que acabamos de poner, y que nos permitirán conocer realmente qué velocidad nos está ofreciendo nuestro operador.
La prueba de velocidad hace al ordenador a descargar datos, cronometrándolo para determinar el tiempo que tarda en completarlo y calcular la velocidad de la conexión, tanto de bajada como de subida, otro detalle importante. Es probable que tengamos una conexión decente de bajada pero aún son pocas las ofertas "simétricas", y esta sería la razón de que pudiéramos descargar de forma más o menos normal pero al subir algo a Dropbox o YouTube, la espera sea eterna.