¿Merece la pena una cámara de 100 euros frente a un smartphone?
Actualmente podemos encontrar en el mercado una increíble variedad de cámaras: réflex, semi-réflex, EVIL, compactas… El precio, claro está, varía mucho entre unos modelos y otros, pero en esta ocasión nos centraremos en las cámaras digitales de bajo coste. Por unos 100 euros se puede optar por una cámara bastante digna capaz de ofrecer la calidad suficiente para hacer fotografías “rápidas” en ocasiones especiales y demás lugares. Este tipo de producto avanza continuamente y cada año encontramos nuevos modelos con ciertas mejoras, pero también es cierto que a veces dejan mucho que desear, sobre todo a la hora de comprobar su rendimiento en entornos con poca luz o cuando necesitamos algo más de rapidez para las tomas.
Curiosamente, este tipo de problemas es menos frecuente en los últimos smartphones de compañías como Samsung, Apple, HTC, Sony e incluso la recién fundada OnePlus. Cada una de estas compañías cuenta con un buque insignia cuya característica más destacable es su cámara, y no es para menos. Cada vez más los usuarios utilizan sus terminales para realizar fotografías mientras viajan así que, ¿merece verdaderamente la pena comprar una compacta de apenas 100 euros teniendo en cuenta los smartphones actuales? Ciertamente no, aunque esta afirmación tiene algunas salvedades.
Las cámaras de teléfonos como el HTC One M8, el Samsung Galaxy S5 o incluso el OnePlus One son de una calidad asombrosa e incluso fotógrafos profesionales aseguran que alcanzan el nivel de algunas cámaras réflex, sobre todo cuando se utiliza el modo RAW para permitir posteriormente la edición profesional de la imagen en programas como Adobe Photoshop. Ahora bien, debemos tener en cuenta que un terminal de estas características no es precisamente barato y, como mínimo, habrá que desembolsar unos 300 euros como mínimo. Eso sí, la funcionalidad de este tipo de dispositivos es mucho mayor que la de una compacta al uso, sobre todo en lo que a modo manual se refiere.
Por otra parte y, en el caso de que queramos una calidad de imagen aún mayor y también la funcionalidad de un teléfono móvil, una buena opción es la de comprar un híbrido como la Samsung Galaxy K Zoom, capaz de tomar unas fotografías muy interesantes y además ofrecer la conectividad de un smartphone.