Los ciclistas ya tienen su propio casco inteligente que se conecta al teléfono
Los accesorios denominados “inteligentes” son cada vez más numerosos y variados. Por lo tanto, los smartwatch o las pulseras simplemente son una muestra de lo que se puede conseguir. Un ejemplo de lo que decimos es que se ha desarrollado un casco para ciclistas que permite ir más allá de la simple protección frente a los golpes (algo que también hace, todo hay que decirlo).
El desarrollo ha corrido a cargo de un grupo de estudiantes de una ingeniería técnica de una residencia que tiene Intel para apoyar el impulso de los nuevos diseñadores. En esta, se presta apoyo económico y técnico para que lleguen a buen puerto proyectos como el que hablamos.
El casco inteligente todavía no tiene un nombre para ser puesto a la venta, lo que sólo es cuestión de tiempo, ya que su funcionalidad es completa. Lo más interesante que ofrece este accesorio es que permite conocer, mediante el uso de diferentes sensores, cuando un usuario sufre algún tipo de problema al practicar el ciclismo. Además, si así se desea, es capaz de establecer las posibles consecuencias de lo ocurrido.
La conexión con un teléfono móvil, esencial
Pues sí, como la inmensa mayoría de los dispositivos que se consideran “inteligentes”, como por ejemplo los smartwatch, este casco necesita estar conectado a un teléfono para poder gestionar la información que se recoge de los diferentes sensores. De esta forma, el dispositivo se convierte en una base de datos de gran potencia e información. Además, si el resultado de la predicción es que se tiene un problema potencialmente grave, se ejecuta una tarea programada para llamar al servicio de emergencias que se tenga establecido en la aplicación correspondiente.
Pero aquí no acaban las opciones que ofrece este accesorio. Un ejemplo de esto es que se incluyen unos auriculares que permiten desde escuchar música mientras se practica deporte, hasta poder recibir llamadas (hacerlas también es posible, ya que se dispone de un micrófono adicional). En un vídeo se pueden conocer más detalles de este dispositivo.
En definitiva, el casco inteligente para los ciclistas es una realidad y es sólo cuestión de tiempo -y conseguir un diseño mejorado en el apartado estético, ya que el actual no es precisamente llamativo- que las compañías que los fabrican, como por ejemplo Bell, den el paso para lanzar uno al mercado de usuario final. Esto, probablemente, sucederá antes del verano del año 2015.