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Se estima un coste de entre 20 y 25 euros por usuario

8 millones de casas tendrán que resintonizar su antena para la TDT antes de enero

Foto con licencia Creative Commons 2.0. Autor:https://www.flickr.com/photos/flashpro/
Foto con licencia Creative Commons 2.0. Autor:https://www.flickr.com/photos/flashpro/

El dividendo digital y el nuevo reparto de las frecuencias de TDT, que dará como resultado unas mejores infraestructuras para redes 4G de telefonía, está suponiendo todo un terremoto en el mercado de la televisión. La nueva reordenación de frecuencias ya se ha llevado por delante nueve canales que ya han desaparecido de la parrilla pero parece que no será la última consecuencia para los usuarios.

Según datos del propio Ministerio de Industria recogidos por ADSLZone.tv, se estima que hasta 8 millones de hogares podrían verse afectados por el dividendo digital y el cambio de frecuencias de TDT que se llevarán a cabo los próximos meses y que concluirán el 1 de enero. Y es que al menos 1,1 millones de edificios podrían dejar de recibir la señal de TDT si no se llama al servicio técnico a tiempo para seguir recibiendo la señal de televisión digital terrestre.

Apenas en tres meses será el que las comunidades de vecinos, los instaladores y el propio Gobierno tienen para garantizar que el proceso se completa y afecta al mínimo número de usuarios. Y es que hasta la aprobación del Plan Técnico de Reordenación de la TDT que se espera se haga efectivo en octubre, no se podrán acometer ningun tipo de cambio y sólo entonces se podrán realizar las modificaciones necesarias en las antenas de los edificios.

El coste estimado de todo este proceso sube hasta los 180 millones de euros, lo que se traduce entre unos 20 y 25 euros de coste por usuario que, por otra parte, no está subvencionado y tendrá que ser abonado por cada una de las comunidades de vecinos, es decir, por los particulares.

Lo que es una realidad es que el 1 de enero de 2015, el dividendo digital será una realidad ya que de lo contrario, el Gobierno es el que tendría que pagar una multa millonaria a los operadores de telefonía, de hasta 9 millones de euros al mes, por el retraso en la liberación de las frecuencias que tanto ansían para mejorar la cobertura y la potencia de sus redes móviles de última generación.

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