Las prótesis y accesorios ortopédicos fabricados con impresoras 3D ya son una realidad
El Dr. Abby Paterson, de la escuela de Diseño de la Universidad de Loughborough en Reino Unido, ha presentado como tesis doctoral un sistema por el que los médicos que tratan a personas con artritis reumatoide podrán imprimir en 3D los accesorios como muñequeras o tablillas para las articulaciones a medida de sus pacientes.
Esto supondría no sólo una mejora estética, ya que la propuesta como se puede ver deja ver en uno de sus primeros diseño, sería mucho menos incómoda de utilizar y permitiría al facultativo ofrecer una mejor ayuda para la recuperación del paciente. Por otra parte, evitarían algunos de los "efectos secundarios" que suelen ofrecer este tipo de muñequeras ortopédicas, por ejemplo, como sudoración excesiva e irritaciones en la piel.
A pesar del coste actual de las impresoras 3D, este uso no supondría un coste adicional a utilizar las los actuales accesorios prostáticos para personas con artritis, una de las dolencias que más afecta a la población actual, tanto por edad como por lesiones deportivas. De hecho, es potencialmente más barato ya que a medida que estos dispositivos sean más comunes y su uso más generalizado, los costes de impresión bajarán
Prótesis impresas en 3D, el futuro en las zonas de guerra
Si bien una muñequera ortopédica a medida es un lujo en el primer mundo, un uso mucho más interesante en este sentido para las impresoras 3D será el de la creación de prótesis a medida en zonas en conflicto o para que personas que han perdido alguno de sus miembros puedan contar con una a medida.
En este sentido destacan iniciativas como el Project Daniel, que desde diciembre de 2013 está abogando por la creación de un laboratorio de impresión 3D en zonas en conflicto de África para crear en él prótesis mediante este tipo de tecnología para los niños que han perdido alguno de sus miembros debido a las minas anti-persona o los combates en sus países.
Esta iniciativa está liderada por Mick Ebeling, quien también desarrollo el Eyewriter, unas gafas inteligentes que permiten a pacientes paralizados o afectados por enfermedades degenerativas como la esclerosis multiple, comunicarse mediante el movimiento de los ojos.
Más recientemente, concretamente el pasado mes de mayo, unos jóvenes emprendedores argentinos desde su firma Darwin Research, fabricaron mediante una impresora en 3D para un niño de 11 años una mano prostática, consiguiendo un modelo que en lugar de costar 40.000 dólares cuesta 2.000 dólares. Los responsables de la empresa aseguraron que se podría fabricar prótesis a medida con un tiempo de entre 48 y 72 horas. Este proyecto llamado Cyber Beast sigue en desarrollo y cualquiera puede ayudar e incluso descargarse los planos para montarse una prótesis con una impresora 3D propia.