El teléfono OnePlus One se retrasa debido a problemas de seguridad
Uno de los teléfonos más esperados en lo referente a su llegada al mercado es el OnePlus One, un terminal que llega desde China y que tiene como factor clave el ofrecer unas características similares a las de los modelos más destacados, como por ejemplo su procesador Snapdragon 801 y una RAM de 3 GB, a un precio altamente competitivo en su versión libre: unos 350 euros. Pues bien, se acaba de conocer que su puesta a la venta se retrasa debido a problemas de seguridad.
Estos afectan al sistema operativo, que está desarrollado por CyanogenMod (conocida por crear adaptaciones basadas en Android para diferentes terminales). Concretamente, lo que se ha detectado es un problema de vulnerabilidad tipo OpenSSL, algo que no es nuevo ya que no hace mucho tiempo esta fue detectada en ordenadores y otros dispositivos Android (el nombre de esta es Heartbleed). Por lo que la integridad de la información del usuario estaría en peligro.
El caso es que responsables del sistema operativo que son parte del grupo de desarrollo han confirmado que están ya trabajando para poder solucionar lo que ocurre y, de esta forma, poder lanzar un producto perfectamente finalizado y que ofrezca todas las garantías. Lo cierto, es que este tipo de cuestiones son importantes, por lo que es positivo conocer que se está trabajando en ello, pese a que suponga un retraso en los envíos del OnePlus One. Eso sí, hay que mirar el lado positivo de lo ocurrido y que sería más grave: que el problema se debiera a fallos en la cadena de suministro.
No hay fecha exacta para la puesta a la venta
El caso es que la llegada a los diferentes mercados se ha retrasado, sin que se conozca una fecha concreta para que esta se produzca y, esto, en los tiempos que corren puede ser un problema importante ya que los usuarios que estaban esperando para comprarse un OnePlus One pueden decantarse por otras opciones por dos razones: que se pierda confianza en el terminal debido a su problema de seguridad y, además, la llegada de otros modelos muy llamativos al mercado como el LG G3 pueden cambiar la decisión del comprador. Es decir, que no son precisamente buenas noticias para nadie.
Habrá que ver cómo se toma el mercado y los usuarios el retraso, pero lo cierto es que generalmente esto suele suponer un enfriamiento del interés y, consecuentemente, unas ventas menores de las esperadas. Y, esto, para una compañía que acaba de nacer no es precisamente algo que signifique buenas noticias.