Las claves: Bruselas mira con prudente optimismo la incertidumbre global
La fortaleza está sustentada en el mercado laboral y en el dinamismo en la actividad que genera la migración, aunque subyazcan problemas importantes
Con toda la cautela que existe la incertidumbre global, la Comisión Europea es moderadamente optimista respecto al crecimiento del bloque el próximo año. La fortaleza de las economías, en particular la española, está sustentada en el mercado laboral y en el dinamismo en la actividad que genera la migración, aunque subyazcan problemas importantes que no son exclusivos de España, ni mucho menos, como la carestía de la vivienda y su escasez, así como las necesidades de mejora y mantenimiento de las infraestructuras.
El impacto de los aranceles de Estados Unidos, al ser un factor global y que no es especialmente intenso en la Unión Europea, no va a perjudicar demasiado al Viejo Continente, que, por otro lado, está reduciendo, aunque muy poco a poco, su endeudamiento soberano. En particular, España puede llegar al 90% del PIB dentro de dos años, según Bruselas. Su pronóstico de inflación es del 2% hasta 2027, aunque la prudencia se impone en un contexto de transición energética y de envejecimiento poblacional.
Del Black Friday al viernes opaco y apremiante
Los periodos de rebajas, como es el Black Friday –viernes negro, en inglés, aunque los descuentos asociados a esta idea se extienden por toda la semana– son un caldo de cultivo perfecto para una trampa vieja como el tiempo: subir el precio de un producto justo antes de las rebajas, para convencer al consumidor de que es esta una oferta que no puede rechazar. Así, Consumo anuncia que este año estarán especialmente atentos a estas prácticas, pero en un entorno algo menos viejo que el tiempo, como internet. También vigilará el uso de cuentas atrás que generen una “sensación artificial de urgencia”, algo muy propio del mundillo digital.
Los supervisores avisan de los riesgos, pero el mercado tiene vida propia
El BCE, y en particular su vicepresidente, Luis de Guindos, lleva tiempo advirtiendo sobre el creciente apalancamiento en el crédito privado. Eso, en paralelo a las altas cotizaciones de la Bolsa y en particular de las grandes tecnológicas, puede desencadenar un potente efecto dominó que dispare una nueva crisis financiera. Aunque los grandes supervisores han avisado por activa y por pasiva de los riesgos predominantes en los mercados, estos tienen comportamiento autónomo y sus actores confían en que no sea a ellos a quienes se lleve por delante un derrumbe antes de que puedan rentabilizar sus inversiones y sus préstamos. El posible giro de la política monetaria de la Reserva Federal será una piedra de toque para la estabilidad del sistema.
La frase del día
El papel de la UE en la guerra de Ucrania merece un análisis y una valoración. Rusia invadió el país hace más de tres años y el bloque no ha sido capaz de conseguir siquiera un alto el fuego. (...) La ayuda ha permitido que Ucrania sobreviva y hay que seguir apoyándoloMargarita Robles, ministra de Defensa
Las palancas de la inteligencia artificial añaden leña al fuego
Que el sector tecnológico está volcando cientos de miles de millones en la apuesta por la inteligencia artificial es cuestión sabida (y temida). Lo nuevo, si es que queda algo por contar en esta alocada carrera espacial, es que muchas ya no lo hacen con unos beneficios enormes pero finitos, sino que están empezando a apalancarse. Suficiente como para hacer sonar unas cuantas alarmas en el sector financiero. Porque uno puede dejarse sus ganancias en lo que quiera –suyas serán las consecuencias, sobre todo en los parqués–, pero insuflar capital prestado en un mercado sobre el que sobrevuelan las acusaciones de burbuja es de esas decisiones que luego aparecen en los documentales, y todos los testimonios dicen que lo vieron venir.