La IA prepara un momento Kodak para las consultoras globales
Es posible que los clientes de estas empresas opten por hacer sus tareas de forma interna, gracias a la tecnología
Los consultores de gestión se están acercando a su momento Kodak. Empresas como Accenture, valorada en 155.000 millones de dólares, se hicieron un hueco en el mercado cobrando a sus clientes corporativos mucho menos de lo que estos habrían tenido que pagar por proporcionar ellos mismos servicios de tecnologías de la información, protección cibernética y centros de atención telefónica en el extranjero. La inteligencia artificial está haciendo que la dinámica de la industria, valorada en 1 billón de dólares, se parezca problemáticamente a la del gigante de las cámaras que se acogió a la protecci...
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Los consultores de gestión se están acercando a su momento Kodak. Empresas como Accenture, valorada en 155.000 millones de dólares, se hicieron un hueco en el mercado cobrando a sus clientes corporativos mucho menos de lo que estos habrían tenido que pagar por proporcionar ellos mismos servicios de tecnologías de la información, protección cibernética y centros de atención telefónica en el extranjero. La inteligencia artificial está haciendo que la dinámica de la industria, valorada en 1 billón de dólares, se parezca problemáticamente a la del gigante de las cámaras que se acogió a la protección por bancarrota en 2012, después de que la competencia digital le arrebatara su cuota de mercado.
A medida que se desarrolla el auge de la IA, los consultores se encuentran en una situación más delicada. La pandemia, la inflación y la incertidumbre económica han animado a muchos de sus grandes clientes a reducir los gastos. El Gobierno de Estados Unidos, uno de los que más gasta, ha cancelado múltiples contratos de miles de millones en un esfuerzo por conservar efectivo. En marzo, diez de las mayores consultoras, entre ellas Deloitte, Accenture, Booz Allen Hamilton, IBM y Guidehouse, fueron objeto de una investigación por parte del Departamento de Eficiencia Gubernamental para justificar sus honorarios. Como resultado, las acciones de las mayores empresas cotizadas se han desplomado hasta un 30% en los últimos dos años, frente al aumento del 50% del S&P 500.
La IA es, en algunos aspectos, una bendición. En septiembre, Accenture afirmó que había ayudado a recortar 11.000 puestos de trabajo, y la consejera delegada, Julie Sweet, tiene previsto aumentar esa cifra con personal que no puede ser reconvertido. Salesforce despidió recientemente a 4.000 trabajadores de atención al cliente. Microsoft ha detenido la contratación en su negocio de consultoría.
Desgraciadamente, los grandes clientes también se están dando cuenta de las ventajas. El director financiero de una gran empresa británica resumió el problema con un ejemplo ilustrativo. Supongamos que un proyecto externalizado le cuesta al cliente 1 millón de dólares si lo hace él mismo, y que Accenture y otras empresas similares han podido hacer históricamente el mismo trabajo por 200.000. Con la llegada del aprendizaje automático, las empresas pueden hacer el mismo trabajo por solo 10.000 dólares.
Esto da a los clientes una ventaja considerable. Si los consultores no bajan sus precios hasta un nivel similar, el cliente puede buscar a otro que lo haga. O simplemente hacer el trabajo él mismo.
Con una caída de los ingresos en el horizonte, los consultores de gestión tienen varias opciones. Pueden intentar mejorar su oferta de IA adquiriendo empresas especializadas más pequeñas, como EXL, valorada en 6.000 millones, y que ayuda a clientes del sector financiero y sanitario con transformaciones de IA [adopción e integración de esta tecnología]. Este tipo de acuerdos podrían ayudar a acelerar el ritmo al que completan los proyectos. Alternativamente, podrían intentar fusionar sus empresas por completo.
Pero es poco probable que esto generara muchas sinergias. Las consultoras ganan dinero asignando a sus mejores empleados a grandes proyectos. Una fusión podría provocar una fuga de talento.
En cualquier caso, nada de esto impedirá que los clientes exijan precios reducidos. Kodak salió de la protección por bancarrota en 2013 como una empresa más pequeña que ahora vale alrededor de 500 millones de dólares, muy lejos de los más de 30.000 millones que alcanzó en su apogeo en la década de los 90. El riesgo para las consultoras es una caída similar de su valoración.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías