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El rescate de Argentina pone en riesgo las arcas de EE UU en cualquier caso

Tanto si su ayuda funciona como si no, es posible que Washington se vea obligado a hacer más

La apuesta del Tío Sam por Argentina será difícil de interrumpir. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, reveló el jueves un marco de intercambio de 20.000 millones de dólares por pesos y comenzó a comprar la moneda directamente. La inestabilidad de la valoración supone un riesgo directo para las cuentas del país norteamericano. Además, convierte incluso estas drásticas medidas en un parche para ayudar al presidente Javier Milei a superar las difíciles elecciones de mitad de mandato. Aunque funcione, ...

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La apuesta del Tío Sam por Argentina será difícil de interrumpir. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, reveló el jueves un marco de intercambio de 20.000 millones de dólares por pesos y comenzó a comprar la moneda directamente. La inestabilidad de la valoración supone un riesgo directo para las cuentas del país norteamericano. Además, convierte incluso estas drásticas medidas en un parche para ayudar al presidente Javier Milei a superar las difíciles elecciones de mitad de mandato. Aunque funcione, es posible que Washington se vea obligado a hacer más.

Bessent ha indicado anteriormente que el Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro, de 221.000 millones de dólares (191.000 millones de euros, al cambio actual), podría utilizarse para respaldar un paquete de estabilización. Es una maniobra incómoda. Este fondo de efectivo no es ilimitado, ya que se reparte entre las arcas del Fondo Monetario Internacional, las reservas de divisas y los compromisos previos, lo que deja solo 23.000 millones en activos directos del Gobierno de Estados Unidos, a fecha de agosto.

Se pondría al servicio de una moneda que parece estar realmente mal valorada. Al cierre del jueves, a 1.418 unidades por dólar, el peso cotizaba alrededor de un 9% por encima de su paridad de poder adquisitivo, cuyo valor es de 1.544, según CEIC Data (ayer cotizaba a 1.421 unidades por dólar). Los analistas calculan una sobrevaloración aún mayor. Sin embargo, este es el objetivo de la política oficial del Gobierno. El Banco Central ha estado gastando los escasos dólares de que dispone para mantener el tipo de cambio entre 1.000 y 1.400, lo que da una aparente estabilidad, pero agota las escasas reservas.

Esas provisiones son ahora peligrosamente escasas: alrededor de 13.000 millones de dólares, informa el Financial Times. Por el contrario, Argentina tiene una deuda en moneda extranjera a corto plazo de más de 95.000 millones. Un préstamo del Fondo Monetario Internacional de 20.000 millones, aprobado en abril, tenía por objeto recomponer esos amortiguadores. Sin embargo, en agosto, Argentina no había alcanzado su objetivo de acumulación de reservas.

Bessent, un antiguo gestor de fondos de cobertura que en su día ayudó a George Soros a quebrar el Banco de Inglaterra, debería comprender bien esta contraproducente dinámica. Sin embargo, la paridad del peso es un pilar fundamental del programa de Milei, que ha logrado convertir los persistentes déficits fiscales en superávits, pero se ha visto obstaculizado por los problemas comerciales. Como amigo de la agenda política del presidente Donald Trump en un momento en el que Estados Unidos vuelve a intervenir en América Latina, tanto la Administración de EE UU como los acreedores que predican la rectitud presupuestaria tienen interés en que su partido, La Libertad Avanza, mantenga su mayoría en el Congreso en las elecciones de este mes. Si pierde, Estados Unidos habrá financiado un experimento fallido y se quedará con miles de millones de pesos que se desplomarán cuando lo haga la confianza, en beneficio principalmente de los prestamistas a los que se ha pagado mientras tanto.

Sin embargo, incluso si gana, el círculo vicioso seguirá intacto, lo que invitará a una mayor intervención. Podría haber presión para monetizar más activos del fondo de estabilización. Y los líderes de otros países que mantienen buenas relaciones con la Casa Blanca verán que se puede convencer al Tío Sam para que ponga demasiadas fichas en el bote.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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