LVMH es favorita para heredar Armani
Su verdadera ventaja respecto a L’Oreal y EssilorLuxottica reside en su poderío financiero
El testamento de Giorgio Armani instruye a sus herederos a vender su casa de moda, y da prioridad a un puñado de empresas. LVMH parece la opción más lógica.
El carácter personalizado de la planificación de la sucesión refleja el dese...
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El testamento de Giorgio Armani instruye a sus herederos a vender su casa de moda, y da prioridad a un puñado de empresas. LVMH parece la opción más lógica.
El carácter personalizado de la planificación de la sucesión refleja el deseo innato de Armani por el control, pero también su determinación por evitar las transiciones caóticas que han afectado a otras casas familiares. El acuerdo para vender una participación del 15% debería cerrarse en los próximos 18 meses, y el mismo comprador podría adquirir hasta el 70% en un plazo de tres a cinco años. La OPV, que antes se consideraba imposible hasta cinco años después de la muerte del fundador, se cita como alternativa. Los herederos querrán lograr un delicado equilibrio entre maximizar los ingresos y mantener el aura de la marca.
Entre los tres postores nombrados, el imperio de Bernard Arnault carece de una joya de la alta costura italiana que esté a la altura de la francesa Christian Dior. Por contra, los puntos fuertes de L’Oréal siguen estando arraigados en la belleza y los cosméticos, donde ya tiene la licencia de las fragancias de Armani. El salto a la alta costura sería demasiado ambicioso. EssilorLuxottica domina las gafas y cuenta con artículos de la marca Armani en su arsenal, pero dirigir una maison de lujo le pilla muy lejos. Armani también dejó la puerta abierta a otros grupos de “igual rango”, aunque firmas como Kering podrían tener que afrontar problemas de deuda.
La verdadera ventaja de LVMH reside en su poderío financiero. Con seis veces las ventas de 2025, que ascenderán a 2.300 millones de euros, Armani valdría casi 14.000 millones. Es solo un poco más que los 13.000 millones de flujo de caja libre que LVMH generará en 2026, según datos de Visible Alpha, y Arnault podría financiar la operación elevando su deuda actual, que es manejable. Esto último elevaría el apalancamiento de LVMH a 1,8 veces el ebitda, en torno al mismo que el de L’Oréal si se hiciera con Armani. El ratio de deuda de EssilorLuxottica crecería hasta un nivel más alarmante de 3 veces.
Es cierto que LVMH afronta sus propios problemas debido a la ralentización generalizada del lujo. Un precio de 14.000 millones también reportaría un escaso retornos. Pero los herederos podrían concluir que no es una traición al diseñador, sino la forma más fiel de garantizar tanto su visión estética como su marca.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías