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No hay burbuja de IA, sino una guerra digital entre China y EE UU

El éxito de los negocios de las grandes tecnológicas es la garantía de que la situación es sostenible

Nvidia vale en Bolsa 4,15 billones de dólares, a 3 de septiembre de 2025. Primera compañía del mundo en conseguirlo, superando a Apple, Microsoft, Alphabet (Google), Amazon, Meta y Tesla: los siete magníficos. La inversión en infraestructura de inteligencia artificial es la causa del éxito de Nvidia. La única situación análoga sucedió el 28 de marzo de 2000, cuando Cisco alcanzó una valoración de 555.400 millones de dólares. El 29 de marzo de aquel año estalló la burbuja de las puntocom, y los que vivíamos por aquel poblado sufrimos una tragedia económica que derivó en recesión mundial.
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Nvidia vale en Bolsa 4,15 billones de dólares, a 3 de septiembre de 2025. Primera compañía del mundo en conseguirlo, superando a Apple, Microsoft, Alphabet (Google), Amazon, Meta y Tesla: los siete magníficos. La inversión en infraestructura de inteligencia artificial es la causa del éxito de Nvidia. La única situación análoga sucedió el 28 de marzo de 2000, cuando Cisco alcanzó una valoración de 555.400 millones de dólares. El 29 de marzo de aquel año estalló la burbuja de las puntocom, y los que vivíamos por aquel poblado sufrimos una tragedia económica que derivó en recesión mundial.

Entonces, Nvidia valía en Bolsa 2.900 millones de dólares y, esencialmente, vendía GPU (Graphic Processor Units), para videojuegos, que sigue vendiendo hoy para, por ejemplo, Nintendo Switch 2, aunque es una parte pequeña de su negocio actual. Cisco, hoy, vale en Bolsa 273.600 millones de dólares y es una de las principales empresas tecnológicas del mundo. Las comparaciones son odiosas, pero…

El mercado se pregunta si vivimos otra burbuja tecnológica a punto de estallar. En 2000 fue internet, y en 2025, la inteligencia artificial. También en los 2000 hubo siete magníficos: tras Cisco, las empresas más valoradas del mundo fueron Microsoft, Intel, Oracle, Yahoo!, IBM y Nortel. La fortuna, cuarto de siglo después, no ha sonreído a todos por igual: Microsoft y Oracle ríen; IBM sonríe, y Yahoo!, Nortel e Intel, definitivamente, no sonríen. En Intel ha entrado el Gobierno estadounidense, adquiriendo el 9,9% del capital.

La acción de Nvidia ha caído algo, tras la presentación de resultados de su segundo trimestre: analistas, inversores y economistas encontraron su momento para ventilar sus preocupaciones sobre la posible burbuja generada por la inversión en inteligencia artificial. Dado que Nvidia es la empresa más valorada del mundo, con 4 billones, y provee un tercio de los chips para inteligencia artificial, las miradas se dirigen a ella, como faro que da luz sobre lo que sucede en el sector tecnológico.

¿Cayeron las ventas de Nvidia en el segundo trimestre de 2025? No, crecieron un 56%, respecto al año anterior. ¿Pierde dinero? No, obtuvo beneficios netos de 26.422 millones (+59,2% interanual). Tiene un margen bruto del +72%. ¿Ofreció previsiones negativas? Tampoco: prevé ventas de 54.000 millones (margen de error de ±2%), superando previsiones de analistas y excediendo la facturación del segundo trimestre, de 46.743 millones. Creció en centros de datos (Blackwell), vendiendo 41.200 millones (+56%), la mayor parte de su facturación. Creció un 50% en sus “pequeños” negocios de videojuegos y networking.

Si los datos del negocio son positivos, ¿por qué Nvidia ha perdido hasta el 3% de su valor en Bolsa? Y ¿por qué tremenda desgracia deriva en tambores de recesión? Rebobinemos y veamos el grueso del negocio, los centros de datos. Algunos analistas esperaban que los ingresos provenientes de Blackwell fueran de 43.000 millones de dólares en vez de los 41.000 millones reportados. No es razón de peso para gritar que viene el lobo.

En julio, Apple, Alphabet (Google), Amazon, Microsoft y Meta reportaron excelentes resultados de ventas y beneficios récord. Apple y Amazon sufrieron algo en Bolsa, por previsiones que tenían en cuenta la posibilidad de incertidumbre en el consumo (70% del PIB estadounidense) entre septiembre y diciembre, algo que está por ver que suceda, porque es la temporada más alta del consumo en EE UU, con las campañas de vuelta al cole, Halloween, Black Friday, Navidad, Año Nuevo y las rebajas. Los negocios estrella de estas cinco empresas son muy sanos y rentables. Tanto los tradicionales como los iPhones de Apple, la publicidad online de Google y Meta, las ventas retail de Amazon y la extensa gama de productos de Microsoft, todos al alza. Y, junto a la bonanza de los negocios tradicionales de las grandes tecnológicas, está el éxito en cloud de Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud que (casualidad o coincidencia) son los principales clientes de Nvidia, en el negocio de data centers y chips para inteligencia artificial.

El éxito de los negocios de las grandes tecnológicas y sus ecosistemas de empresas es la garantía de que no estamos entrando en una burbuja de la inteligencia artificial. No hay comparación posible con lo sucedido en la burbuja puntocom de 2000 porque, entonces, las valoraciones de las empresas se hicieron sobre expectativas. Y miles de empresas surgidas con internet solo vendían humo. El humo no se soporta ni a sí mismo y todo se vino abajo.

La verdadera preocupación de los grandes inversores es que llevan dos años y medio invirtiendo en infraestructura de inteligencia artificial y todavía no hay retorno de la inversión (ROI). UBS estima que este año ya han sido invertidos 350.000 millones de dólares y para 2026 hay comprometidos otros 500.000. Los inversores quieren pasar a la segunda fase, tras la inversión en infraestructura de IA y data centers: millones de clientes (consumo y empresa) usando aplicaciones con inteligencia artificial, que cientos de miles de desarrolladores harán realidad.

Es impaciencia lo que pone nerviosos a los inversores institucionales y no el miedo a una supuesta burbuja. Si Nvidia hubiera podido vender sus chips H20 en China en el segundo trimestre, sus ventas se habrían incrementado en 5.000 millones, según Jensen Huang. El CEO de Nvidia ve un potencial mercado de 50.000 millones de dólares para su empresa en China, tan solo este año. Y pronostica que, en 2030, la inversión en infraestructura de inteligencia artificial será de cuatro billones de dólares. La cifra no es descabellada, porque Nvidia recibe los pedidos de clientes con seis meses o un año de antelación y, así, puede anticipar demanda y producción.

El problema para Nvidia, AMD y resto de empresas tecnológicas que quieren vender en China es la seguridad nacional, por la que Trump impone restricciones, y China anima a sus empresas –con modelo de código abierto– a desarrollar sus propios chips para inteligencia artificial, como ya hacen Huawei y Alibaba.

La guerra fría tecnológica entre China y EE UU decidirá el momento en que las empresas y las economías obtendrán el fruto de su inversión en inteligencia artificial.

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