Orsted tiene un nuevo capitán para una vieja tormenta
Rasmus Errboe puede articular claramente las vulnerabilidades futuras cuando revele los resultados la próxima semana
Orsted ha tirado por la borda a su capitán. El viernes se deshizo de Mads Nipper, cuyo mandato de cuatro años ha hecho que el mayor promotor de energía eólica marina pierda el 80% de su valor de mercado. El nuevo, Rasmus Errboe, tiene margen de mejora, pero hereda el mismo problema.
El anuncio de la dimisión fue repentino, pero no sin previo aviso. Hace poco más de una semana, Orsted volvió a sorprender con deterioros de activos, incluidas amortizaciones de su proyecto Sunrise, frente a la costa de Nueva York, lo que provocó una caída del 20% en Bolsa. Fue la última de una serie de decepciones desde mediados de 2023, cuando la inflación, los retrasos en la cadena de suministro y la disminución de las subvenciones gubernamentales afectaron a la incipiente industria eólica de EE UU.
El nuevo jefe afronta el reto de recuperar la confianza de los inversores. Como antiguo adjunto de Nipper, Errboe ha jugado un papel importante en la estrategia. También tiene opciones limitadas a la hora de abordar las problemáticas inversiones en EE UU, donde ya tiene grandes compromisos. Seguir con ellos puede ser mejor que cancelarlos y provocar miles de millones en pérdidas y comisiones. Pero eso dejará a los inversores a merced de la inflación futura, de unos tipos obstinadamente altos y de posibles nuevas intervenciones de Donald Trump, que odia las turbinas gigantes en el mar.
Errboe también hereda un balance vulnerable. La semana pasada, S&P Global recortó su perspectiva tras las últimas depreciaciones, y advirtió de que podría rebajar el rating de la deuda a un nivel justo por encima de basura si los fondos de operaciones, una medida del flujo de caja, caen por debajo del 25% de su deuda neta. En Citi estiman que podría caer hasta el 20% este año. Errboe afrontaría entonces la difícil elección de acelerar la venta de activos o pedir a los actuales, entre ellos el Gobierno danés, que aporten nuevos fondos propios.
Pero un aspecto en el que Errboe puede mejorar es articulando claramente las vulnerabilidades futuras, cuando revele los resultados la próxima semana. Eso evitaría futuras conmociones. Los analistas e inversores quieren saber qué contingencias ha incluido Orsted en sus cálculos de gasto de capital, cuáles son los peores escenarios y cómo afectan las amortizaciones. Errboe tiene formas de estabilizar el barco.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías