Los organismos de control detectan por fin el riesgo de los ‘hedge funds’

El Consejo de Estabilidad Financiera propone, entre otras ideas, limitar el apalancamiento del sector

Vista de Canary Wharf, distrito financiero de Londres.Susannah Ireland (REUTERS)

La pesadilla regulatoria de los hedge funds está un poco más cerca de convertirse en realidad. El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés), de carácter internacional, y que formula recomendaciones políticas para los organismos nacionales de vigilancia, publicó el miércoles una serie de ideas entre las que se incluye un tope de apalancamiento para las empresas financieras no bancarias, como Millennium Management, de Israel Englander, con 72.000 millones de dólares, y Citadel, de Ken Griffin, con 66.000 millones. Es poco probable que la recomendación se imponga pronto, especialmente en Estados Unidos. Sin embargo, sigue siendo útil disponer de una herramienta si el endeudamiento de los hedge funds sigue en aumento.

El FSB lleva años estudiando el apalancamiento de los agentes no bancarios del mercado, impulsado por episodios recientes como el dash for cash (carrera por efectivo) de marzo de 2020 y el colapso de Archegos Capital Management. En ambos casos, la venta forzosa por parte de grandes prestatarios causó un problema al sistema financiero en general, incluidos los bancos: el golpe de Archegos a Credit Suisse contribuyó a la quiebra final de este.

El contexto más amplio es un aumento del endeudamiento de los fondos de cobertura, que creció un 50%, hasta 5,1 billones de dólares en los dos años anteriores a junio pasado, según la Oficina de Investigación Financiera de Estados Unidos (OFR, por sus siglas en inglés). Los denominados fondos multiestrategia, como Millennium y Citadel, que gestionan una amplia gama de estilos de inversión, se han disparado. Su apalancamiento agregado, medido por la relación entre activos brutos y netos, pasó de 3,2 en junio de 2022 a 4,2 este verano, aunque los fondos más grandes probablemente estén muy por encima de ese nivel. Uno de los riesgos es que un gigante muy endeudado tenga problemas, lo que le obligaría a liquidar posiciones y provocaría un pánico en todo el mercado.

El FSB tiene ideas para evitar ese riesgo, la más llamativa de las cuales consiste en limitar el apalancamiento de las empresas financieras no bancarias. Los límites de endeudamiento de los fondos de cobertura, que el FSB se ha negado a cuantificar, podrían ser análogos a los coeficientes mínimos de capital de los bancos. Los reguladores nacionales los diseñarían y aplicarían.

¿Quién se ocupa?

Uno de los problemas es que no existe una autoridad clara para hacerlo. La Reserva Federal de EE UU, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra supervisan a los prestamistas tradicionales, pero no a los fondos de alto riesgo, muchos de los cuales están registrados en paraísos fiscales como las Islas Caimán. Los reguladores de los mercados, como la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC), Finra (Autoridad Reguladora de la Industria Financiera), también de EE UU, y la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido, no suelen estar creados para elaborar políticas prudenciales.

También sería difícil crear una norma que funcionara para la enorme variedad de estrategias de los fondos de cobertura. Por último, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, parece querer menos regulación financiera, no más.

Aun así, merece la pena intentarlo. El régimen de capital bancario demuestra que es posible diseñar normas que cubran una amplia gama de activos y modelos de negocio. Como alternativa, los organismos de control podrían aplicar un límite al apalancamiento a través de las mesas de intermediación de los bancos, en lugar de regular directamente Citadel y Millennium. Después de todo, Goldman Sachs, Morgan Stanley y el resto de Wall Street representan el 46% del endeudamiento de los hedge funds, muestran los datos de la OFR.

El camino más probable para que el límite de apalancamiento se haga realidad es otra crisis no bancaria. La actual concentración de los activos de los fondos de cobertura en unos pocos actores masivos implica que el próximo estallido podría ser aún mayor que el anterior. De ser así, los reguladores nacionales tendrán al menos el plan del FSB a su disposición.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías


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