Las claves: el banco que podría ser, o el que se prefiere

En la opa de BBVA por Sabadell, puede que a los inversores lo que les importe sea: ¿cuánto?

Sucursal de Sabadell en Madrid.Eduardo Parra (Europa Press)

BBVA ha cambiado el tono respecto de la opa sobre Sabadell e invita ahora a los accionistas del banco catalán a dialogar en una nueva campaña publicitaria bajo la premisa “¿Cómo podría ser nuestro nuevo banco?”. Aunque es difícilmente defendible que la opa planteada por el banco presidido por Carlos Torres no es hostil –como hace el mismo Torres–, no es menos cierto que la hostilidad es solo entre órganos directivos, y que no hay opa que valga sin convencer a los accionistas de la empresa opada, por lo que el diálogo es bienvenido. También lo es que, a pesar de los tintes bélicos que se les atribuyen, las opas son el más democrático de los procesos (mismas condiciones, misma información).

La clave pasa, con todo, por la respuesta a tan profunda pregunta: algunos dirán, simplemente, que lo que quieren es su antiguo banco. Otros, más prácticos, responderán con otra pregunta algo menos profunda: ¿cuánto? La CNMC, a quien se le ha planteado otro tipo de cuestión, quizá defienda que prefiere la multitud, por aquello de la competencia, que no es más que, en el fondo, la defensa de la posibilidad de elegir (no ya cómo podría ser un banco, sino qué banco se escoge).

Dogecoin, una cripto que podría ser solo una gran broma con mucho riesgo

DOGE es el código de la moneda virtual dogecoin, y también las siglas en inglés del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental creado por Donald Trump, que codirigirá Elon Musk, gran publicitario de la cripto en cuestión. No parece casualidad, sino más bien una gran broma al límite del buen funcionamiento del mercado.

Musk ha bromeado con que dogecoin sea un timo, como también bromeaba el fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, sobre la viabilidad de su casa de cambio de criptos. Así que los inversores no deberían poder aducir que no saben a lo que están jugando.

El curioso caso de la mayoría parlamentaria de izquierdas que en realidad no es tal

“El Gobierno se comporta como si esto fuera una lonja”, dijo el martes Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, en una frase que recuerda a la que pronuncia el capitán Renault en Casablanca, “¡Qué escándalo, qué escándalo!, he descubierto que aquí se juega”, mientras recoge sus beneficios. Los contrapuestos intereses de los distintos partidos que marcan las mayorías en el Parlamento hacen muy difícil que se aprueben medidas fiscales como la de extender el impuesto a las energéticas. Aunque Pedro Sánchez se empeñe en sostener que las elecciones generales de 2023 las ganó la izquierda, la aritmética parlamentaria indica más bien lo contrario. Podría ser el argumento para una novela ucrónica de Philip K. Dick, el autor de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

La frase del día

“Reagrupamiento Nacional votará a favor de la propuesta del Nuevo Frente Popular de abandonar la reforma de las pensiones del presidente, Emmanuel Macron”

Marine Le Pen, jefa del grupo de Reagrupamiento Nacional en la Asamblea francesa

Los inmigrantes, cada vez más protagonistas del mercado laboral en Occidente

Una de las explicaciones del rechazo a la inmigración es que los trabajadores poco cualificados temen que aumente la competencia de mano de obra. Eso explica, por ejemplo, que Donald Trump haya recibido un gran apoyo entre los hispanos u otras minorías con gran representación, justamente, de inmigrantes, que quieren que se cierre la puerta a los siguientes.

Pero este argumento de suma cero está lejos de ser automático: precisamente, la inmigración ayuda a estimular la economía y puede generar riqueza, que a su vez crea demanda de nueva mano de obra. En España, los extranjeros protagonizan cada vez más la creación de empleo, y lo hacen en todo tipo de regiones, desde las más turísticas hasta las más rurales y despobladas.

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