Sabadell: un baluarte clave, esencial para el futuro de las las pymes

Con la desaparición del banco, sufriríamos una situación de incertidumbre y empobrecimiento de la economía

El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila (d), y el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (i), conversan tras la ceremonia de toma de posesión del nuevo gobernador del Banco de España.Alberto Ortega (Europa Press)

Por más que busquemos en el ecosistema económico español, encuentro arduo que hallemos ejemplos de empresas, entidades o corporaciones que tengan más de 100 años de antigüedad. Si sumamos a la ecuación una compañía que cuente con una presencia importante en territorios prósperos, desde la cornisa cantábrica hasta el arco mediterráneo, en regiones como Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana o Murcia, más complicado todavía. Banco Sabadell aúna ambas particularidades. Es una entidad con más de 140 años de vida que desde siempre ha sido el banco de las pequeñas y medianas empresas, ADN del tejido productivo en España.

Banco Sabadell es el banco de confianza para las pymes. Una de cada dos pymes confía en él por lo que es: sin duda, una de las principales instituciones que apoya este sector que, no olvidemos, es un pilar fundamental en la economía española.

Las pymes tienen un peso crucial en la economía, representando el 99,8% del tejido empresarial del país. Además, emplean al 66% de la fuerza laboral y generan más del 60% del valor añadido bruto (VAB) de la economía, según datos ministeriales. Esto las convierte en el motor del crecimiento y en el sostén de la estabilidad económica y social en todas las regiones de España.

Para las entidades bancarias, las pymes son un segmento estratégico, ya que precisan de múltiples productos financieros, desde líneas de crédito y financiación de proyectos hasta soluciones específicas para mejorar su digitalización y competitividad.

El acceso al crédito y a servicios bancarios personalizados es crucial para que las pymes puedan enfrentar desafíos como la internacionalización o la transición generacional. En este punto, el papel de la banca va más allá de ser un proveedor de financiación: actúa como socio clave en su desarrollo, ofreciendo asesoramiento y soluciones financieras adaptadas a sus necesidades. El apoyo constante de la banca a las pymes es fundamental para garantizar su sostenibilidad, innovación y adaptación a los retos futuros.

En este sentido, con sede original en la ciudad de Sabadell, la relación del banco con las pymes ha sido un factor determinante en su consolidación como actor principal dentro del ecosistema económico español.

Su presencia, además, no sólo se refleja en su profundo arraigo histórico, sino también en su papel como empleador y financiador clave. En España, el banco cuenta con más de 19.000 empleados y su papel como fuente de financiación para las pymes es crucial, apoyando a este tipo de empresas en todas las regiones.

Ante estos datos, es inevitable que la posible adquisición de Banco Sabadell por parte del BBVA haya generado una serie de inquietudes debido a las implicaciones que podría tener tanto para la entidad como para la economía en general. Mientras que la entidad vasca ha admitido que está pagando menos de lo que realmente vale el Sabadell, el intento de comprar duros a cuatro pesetas podría perjudicar seriamente a los accionistas del banco catalán, a los que se ha prometido un crecimiento que el equipo gestor del BBVA no ha podido demostrar. Su salida del mercado estadounidense o la devaluación de su inversión en Turquía debido a la lira, son algunos ejemplos de una gestión cuestionable.

Asimismo, la opa podría suponer un golpe para los intereses de muchos de sus inversores, quienes podrían dejar de sentirse identificados con una entidad que, tras su posible integración en BBVA, perdería parte de su identidad y arraigo regional.

Con la desaparición del Banco Sabadell, sufriríamos una situación de incertidumbre y empobrecimiento de la economía: con menos crédito, cierre de oficinas y despidos.

Además, se reduciría la competencia bancaria. Esta mayor concentración podría tener efectos “negativos” para las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, para los usuarios (menor remuneración de los depósitos y aumento de comisiones), así como en las zonas rurales, con una presencia ya limitada de oficinas y cajeros.

A lo que debemos añadir que más concentración bancaria implicará menos disponibilidad del crédito, un dato importante más en un ecosistema, como el español, donde el grueso son pequeñas y medianas empresas para las que la diversificación del crédito es importante. Deben contar con varias fuentes de oxígeno y la falta o pérdida de crédito implicará que muchos proyectos empresariales no puedan ver la luz. A la larga, esto supondrá una reducción de nuestro tejido empresarial.

Con todos estos argumentos, Banco Sabadell no es simplemente un banco, es un pilar fundamental del ecosistema económico español. La estabilidad del sector bancario es crucial para la confianza de las empresas y los consumidores, lo que, a su vez, impacta directamente en el crecimiento sostenible y la prosperidad a largo plazo del país. La absorción por parte de BBVA podría tener consecuencias negativas tanto para los accionistas como para el empleo y la economía.

José María Torres es presidente de Conpymes.

Más información

Archivado En