Bangladés es la próxima gran incógnita para multinacionales como Inditex

La huida de la primera ministra deja a las empresas globales, sobre todo a las del sector textil, en la incertidumbre

Dhaka (Bangladés), el martes.MONIRUL ALAM (EFE)

Las empresas internacionales pueden añadir Bangladés a su creciente lista de grandes incógnitas. Las protestas pueden remitir ahora que la primera ministra Sheikh Hasina ha dimitido y ha huido del país del sur de Asia, donde viven 170 millones de personas. Pero su extraordinaria marcha el lunes, tras 15 años de férreo gobierno, deja a las empresas multinacionales, sobre todo a las de la industria de la confección, con mucho de qué preocuparse.

Los accionistas de los minoristas de moda rápida se tomaron la marcha de Hasina con calma. ...

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Las empresas internacionales pueden añadir Bangladés a su creciente lista de grandes incógnitas. Las protestas pueden remitir ahora que la primera ministra Sheikh Hasina ha dimitido y ha huido del país del sur de Asia, donde viven 170 millones de personas. Pero su extraordinaria marcha el lunes, tras 15 años de férreo gobierno, deja a las empresas multinacionales, sobre todo a las de la industria de la confección, con mucho de qué preocuparse.

Los accionistas de los minoristas de moda rápida se tomaron la marcha de Hasina con calma. H&M se abastece en unas 1.000 fábricas del tercer exportador mundial de ropa y se declaró “preocupada” por la evolución de Bangladés. Sin embargo, sus acciones y las de Levi Strauss e Inditex, propietaria de Zara, cayeron apenas un 1% el lunes, incluso en medio de una venta generalizada de títulos en todo el mundo.

La actividad en las fábricas ya se había visto interrumpida después de que la represión durante semanas de las protestas estudiantiles por las cuotas de empleo público dejara cientos de muertos.

El Gobierno había eliminado el sistema de cuotas en 2018, en virtud del cual el 56% de los puestos de trabajo estaban reservados a grupos como las familias de los luchadores por la independencia del país en 1971, las mujeres y las personas de distritos subdesarrollados.

Pero un tribunal lo restableció en junio, lo cual desencadenó protestas y la consiguiente represión, que incluyó el cierre de internet y un toque de queda con el ejército en las calles. El Tribunal Supremo, sin embargo, ordenó después que el 93% de los empleos públicos estuvieran abiertos a candidatos en función de sus méritos.

Los inversores esperan a su vez que la gran dependencia de Bangladés de su industria textil sirva de incentivo para garantizar que cualquier interrupción continuada sea temporal: las prendas confeccionadas representarán el 90% de sus 55.000 millones de dólares de exportaciones en el ejercicio 2024, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional.

Los primeros indicios de lo que viene parecen alentadores para los inversores extranjeros: el ejército promete que habrá un Gobierno provisional, y algunos manifestantes piden que el Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus sea su asesor principal.

El banquero y economista está bien situado para ayudar a Bangladés a estabilizar las remesas, hacer frente a la crisis del empleo y controlar la inflación, que ronda el 10%. Sin embargo, tarde o temprano habrá que celebrar elecciones, y los anteriores intentos de Yunus de entrar en política fracasaron.

Esto deja mucha incertidumbre sobre las perspectivas a largo plazo. Hasina convirtió Bangladés en una de las economías de más rápido crecimiento del mundo, pero su Liga Awami gobernó una democracia cada vez más parcial.

El principal partido de la oposición, el Partido Nacionalista de Bangladés, ha boicoteado las elecciones nacionales, y la semana pasada el Ejecutivo prohibió rotundamente la participación en los comicios del partido Jamaat-e-Islami, que llevaba más de una década vetado.

Aunque Washington criticaba la forma de gobernar de Hasina, en general se consideraba que tenía mano dura con los islamistas radicales y que era una firme aliada de su vecina India. Su marcha también brinda a China la oportunidad de aumentar su influencia en Bangladés a través de sus proyectos de infraestructuras de la Nueva Ruta de la Seda.

Las empresas globales tienen una gran tolerancia a los terremotos políticos en los mercados emergentes y están lidiando con una creciente lista de quebraderos de cabeza en la cadena de suministro en todo el mundo. Aun así, Bangladés ofrece nuevas incógnitas que podrían hacerles tambalearse.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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