Punto de inflexión en los mercados con la política en el foco
Algunos gestores apuestan por recuperar la mirada hacia las renovables, después del fuerte castigo recibido en los últimos trimestres
Los mercados son conocidos por sus violentas y fulgurantes, muchas veces desproporcionadas en apariencia, reacciones a las novedades financieras, empresariales o geopolíticas. Unos movimientos que, casi siempre, no son repentinos, sino anticipados por el mar de fondo del mercado.
La primera mitad del año se ha cerrado con dos protagonistas: los tipos de interés y la tecnología, concretamente la inteligencia artificial. El semestre que empieza está marcado por la política; a modo de pistoletazo de salida, el último día de junio se celebra la primera vuelta de las elecciones francesas. U...
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Los mercados son conocidos por sus violentas y fulgurantes, muchas veces desproporcionadas en apariencia, reacciones a las novedades financieras, empresariales o geopolíticas. Unos movimientos que, casi siempre, no son repentinos, sino anticipados por el mar de fondo del mercado.
La primera mitad del año se ha cerrado con dos protagonistas: los tipos de interés y la tecnología, concretamente la inteligencia artificial. El semestre que empieza está marcado por la política; a modo de pistoletazo de salida, el último día de junio se celebra la primera vuelta de las elecciones francesas. Una convocatoria sorpresiva que sigue a la victoria de la extrema derecha en las elecciones europeas, y que puede ser un disparo en el pie de Emmanuel Macron, el único candidato que no asusta al mercado. Y el jueves por la noche el debate electoral en Estados Unidos pareció acercar más una presidencia a Donald Trump.
La segunda mitad de 2024 estará marcada por la política; la nacional y la internacional. Hasta los comicios europeos de principios de junio, los mercados cotizaron ajenos a las cuitas de palacio; de cara a lo que queda de año, analistas y gestores están cambiando de perfil. Y la apuesta no pasa por levantar una muralla defensiva y abandonar cualquier tipo de activo de riesgo, sino por rotar las carteras hacia activos distintos a los que han tirado del mercado hasta ahora.
Hay motivos para ello: el ciclo económico se ha demostrado más resistente de lo esperado, y el impacto de la política en los mercados es doblemente incierto, por el resultado en sí y por el perfil que adopten los ganadores. Además, el proceso de subidas de tipos, que parece concluido, ha castigado a determinados valores que han quedado a precios atractivos y se podrán beneficiar de un entorno económico aparentemente benigno y liberado de la maza de los intereses al alza.
El jueves, de hecho, Goldman Sachs alertó de que los hedge funds están saliendo del sector tecnológico. Algunos gestores apuestan por recuperar el foco en las renovables, después del fuerte castigo recibido en los últimos trimestres y al calor de las operaciones corporativas. Y también aconseja reevaluar la exposición a firmas endeudadas, erosionadas por los tipos caros, pero que pueden ofrecer oportunidades de inversión. La renta fija, por su parte, también da opciones de rentabilidad. La incertidumbre es máxima, pero de momento el mercado apuesta más por recalibrar sus estrategias que por atrincherarse hasta que pase el invierno.
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