Los dólares europeos destinados a defensa irán a parar a EE UU

Solo un 22% del gasto militar de la UE se queda en el bloque; el 63% acaba en empresas del socio norteamericano

Fabricación de una bandera de la OTAN, en las instalaciones del productor de banderas Flagghuset, en Akersberga (Estocolmo, Suecia), en marzo.Anders Wiklund/TT (via REUTERS)

Tras años de incumplir los plazos, se espera que los miembros europeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) gasten el 2% de su producto interior bruto en defensa en 2024. La invasión rusa de Ucrania, y no la presión del expresidente de EE UU Donald Trump, provocó la crisis que ha obligado a Europa a actuar. Pero como los países europeos han tardado en aumentar su capacidad, el resultado será el mismo: las empresas de defensa estadounidenses recibirán la mayor parte de los beneficios.

Trump pasó su mandato amenazando con abandonar la OTAN si otros miembros no aumenta...

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Tras años de incumplir los plazos, se espera que los miembros europeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) gasten el 2% de su producto interior bruto en defensa en 2024. La invasión rusa de Ucrania, y no la presión del expresidente de EE UU Donald Trump, provocó la crisis que ha obligado a Europa a actuar. Pero como los países europeos han tardado en aumentar su capacidad, el resultado será el mismo: las empresas de defensa estadounidenses recibirán la mayor parte de los beneficios.

Trump pasó su mandato amenazando con abandonar la OTAN si otros miembros no aumentaban su gasto en defensa. Los gastos crecieron, pero solo ligeramente en los cuatro años que estuvo en el cargo. Cuatro años más tarde, los miembros europeos de la OTAN aumentarán su gasto hasta los 470.000 millones de dólares (430.000 millones de euros) previstos para 2024, aproximadamente el doble que hace una década, sin ajustar a la inflación. En una cumbre celebrada en Lituania en 2023, los miembros europeos de la OTAN acordaron que la norma del 2% del PIB debería ser un nivel mínimo más que un objetivo óptimo.

Los líderes europeos están aprendiendo que en medio de una guerra es un momento difícil para poner en práctica por primera vez una estrategia industrial de defensa continental. La Comisión Europea aprobó en marzo un plan para destinar al menos la mitad de los presupuestos de defensa de los países miembros a productos fabricados en la Unión Europea para 2030, y la mencionada Comisión comprometió 1.500 millones de euros hasta 2027 para ayudar a impulsar la capacidad de producción. La idea es lograrlo mediante colaboraciones transfronterizas entre empresas europeas de defensa. Pero el calendario es corto y ambicioso para la magnitud de la transformación que será necesaria.

El gasto europeo en defensa ya está abandonando el continente. Entre junio de 2022 y junio de 2023, el 63% se destinó a Estados Unidos, y apenas una quinta parte, un 22%, se quedó en la UE, según el centro de estudios Instituto Francés de Asuntos Internacionales y Estratégicos. Otro 13% se destinó a Corea del Sur.

Además, a algunos fabricantes de armas estadounidenses les atrae un enfoque colaborativo con empresas europeas. En 2023, Lockheed Martin, valorada en 112.000 millones de dólares, se asoció con la alemana Rheinmetall para producir una versión de su Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, un sistema que desempeñó un papel importante en la contraofensiva ucraniana de 2022, utilizando algunos componentes diseñados por Rheinmetall.

Entre las armas de fabricación estadounidense con mayor demanda en Europa se encuentran las baterías de misiles Patriot y los lanzacohetes Javelin. Northrop Grumman, otra gran firma de defensa estadounidense, tiene planes avanzados para fabricar munición en Polonia con socios locales.

El espectro que acecha a Europa no es solo Rusia, sino el posible regreso de Trump a la Casa Blanca en 2025. Una vez que ha quedado clara la voluntad de Vladimir Putin de invadir a sus vecinos, Europa no quiere esperar a ver si Trump cumpliría las obligaciones del tratado de defensa mutua de Estados Unidos. Por ahora, al menos, eso es una bendición para los fabricantes de armas estadounidenses.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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