Xiaomi va por el camino que abandona Apple

No llega al coche eléctrico en el mejor momento, pero su ventaja en software la ayudará

Primer vehículo eléctrico Xiaomi, el SU7, en un evento en Pekín, en diciembre.Florence Lo (REUTERS)

Puede que Xiaomi empezara como imitadora de Apple, pero ahora se le ha adelantado. El fabricante de móviles chino ha anunciado que entregará su primer coche eléctrico apenas unas semanas después de que la firma del iPhone desechara un proyecto de una década de duración. El CEO, Lei Jun, no llega en el mejor momento, pero su ventaja en software le ayudará.

Xiaomi no hizo públicas sus ambiciones hasta hace tres años, cuando Lei desveló una hoja de ruta de inversión de 10.000 millones de dólares a lo largo de 10 años. Desde entonces, se ha asociado con BAIC, respaldado por el Estado, que t...

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Puede que Xiaomi empezara como imitadora de Apple, pero ahora se le ha adelantado. El fabricante de móviles chino ha anunciado que entregará su primer coche eléctrico apenas unas semanas después de que la firma del iPhone desechara un proyecto de una década de duración. El CEO, Lei Jun, no llega en el mejor momento, pero su ventaja en software le ayudará.

Xiaomi no hizo públicas sus ambiciones hasta hace tres años, cuando Lei desveló una hoja de ruta de inversión de 10.000 millones de dólares a lo largo de 10 años. Desde entonces, se ha asociado con BAIC, respaldado por el Estado, que también ha trabajado con BMW en China, y ha creado un equipo especializado de 4.400 ingenieros y expertos.

El martes, el grupo, que cotiza en Hong Kong, anunció planes para entregar este mes su primer modelo, la berlina SU7, lo que hizo subir su acción un 11%. Los detalles financieros, incluido el precio, son escasos, pero Lei ya había anunciado especificaciones técnicas como velocidades de aceleración superiores a las de algunos modelos de Tesla y Porsche.

Las perspectivas del mercado son mucho más sombrías que hace tres años. La demanda de vehículos de batería crece más despacio. En China, una guerra de precios despiadada y una competencia feroz se comerán el margen de beneficio operativo de Xiaomi, que ya es del 5%, según los analistas encuestados por LSEG.

Aún podría encontrar un nicho. En octubre, lanzó un nuevo sistema operativo que conecta sus móviles, coches y otros aparatos que vende, desde purificadores de aire a perros robóticos. El SU7 puede conectarse a más de 1.000 aparatos Xiaomi, aunque los usuarios también pueden optar por conectar otros de sus favoritos, como el iPhone. Los conductores del segmento prémium chino, el objetivo de Lei, consideran que las funciones conectadas a internet son un argumento de venta tan importante como la dirección o los costes de combustible y mantenimiento, según una encuesta de McKinsey de julio.

La salud financiera de Xiaomi también le da ventaja. Se prevé que genere casi 2.400 millones de euros de efectivo operativo este año, y en junio contaba con más de 900 millones de efectivo neto. Está muy lejos de Nio, para la que los analistas prevén unas pérdidas netas de 1.900 millones este año. Lei ha elegido un momento difícil, pero Xiaomi aún podría tener un viaje divertido.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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