Hasta McDonald’s sufre la inflación

El coste de comer fuera en EE UU subió un 5,2% en 2023, frente al 1,3% de hacerlo en casa

Un trabajador de McDonald’s.Shailesh Andrade (REUTERS)

Los consumidores de renta baja están perdiendo el apetito por los McNuggets. Aunque los beneficios de McDonald’s se mantuvieron en el cuarto trimestre, incluso con un débil crecimiento de las ventas internacionales, se avecina un problema mayor tras una serie de fuertes alzas de precios. El CEO, Christopher Kempczinski, afirmó el lunes que los clientes con ingresos inferiores a 45.000 dólares han recortado sus pedidos y han comenzado a reducir sus compras, mientras los consumidores de ingresos medios y altos han encogido los hombros ante un alza de precios del 10% en 2023 por sí solo. Eso cont...

Regístrate gratis para seguir leyendo en Cinco Días

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte


Los consumidores de renta baja están perdiendo el apetito por los McNuggets. Aunque los beneficios de McDonald’s se mantuvieron en el cuarto trimestre, incluso con un débil crecimiento de las ventas internacionales, se avecina un problema mayor tras una serie de fuertes alzas de precios. El CEO, Christopher Kempczinski, afirmó el lunes que los clientes con ingresos inferiores a 45.000 dólares han recortado sus pedidos y han comenzado a reducir sus compras, mientras los consumidores de ingresos medios y altos han encogido los hombros ante un alza de precios del 10% en 2023 por sí solo. Eso contrasta con el trimestre anterior, cuando la firma pudo lograr un delicado equilibrio entre las zonas geográficas en las que opera. Otros sectores han visto tambalearse el otrora resistente gasto pos-Covid en cosas como renovaciones del hogar a medida que cambiaba el ritmo de la economía. La gente está empezando a renunciar también a los Big Macs.

El propio Kempczinski admitió que comer en casa es ahora más asequible en EE UU. El coste de comer fuera subió un 5,2% en 2023, frente al 1,3% de hacerlo en casa, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Otros grupos que dependen de comensales de bajo nivel y sensibles a los precios están sufriendo: aunque Yum Brands dice que ha mantenido a sus consumidores de Taco Bell, el miércoles informó de un escaso crecimiento del 1% en las ventas en locales comparables en el cuarto trimestre. Tanto Yum como McDonald’s insinuaron que las alzas de precios se ralentizarán.

Pero no todos los consumidores se ven afectados por igual. Chipotle Mexican Grill, un restaurante informal más exclusivo, dijo que sus ingresos en el trimestre subieron un 15%, hasta 2.500 millones de dólares; aunque detuvo las alzas de precios durante gran parte de 2023, pudo volver a subirlos para compensar los costes en el cuarto trimestre. Pero los desfavorecidos se están manifestando claramente y están respondiendo con sus carteras. Y aunque la gente no puede dejar de consumir alimentos, tiene infinitas opciones para conseguirlos, incluida la de cocinarlos en casa. P&G, que no tiene que preocuparse de que los clientes se hagan su propio papel higiénico, pudo subir los precios en cada una de sus cinco divisiones el trimestre pasado. Para las cadenas de comida rápida, esos días están llegando a su fin.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Más información

Archivado En