Evergrande expone la brecha China-Hong Kong
La transfronteriza naturaleza del desmantelamiento de la inmobiliaria supondrá un reto
El desmantelamiento de Evergrande pondrá de manifiesto el cisma entre Hong Kong y China. El destino de la inmobiliaria está escrito desde hace tiempo, pero un tribunal de Hong Kong concedió al fin el lunes la orden de liquidarla.
El proceso judicial se ha prolongado durante más de 18 meses. En marzo, la firma presentó a sus acreedores extranjeros una propuesta de reestructuración de pasivos por unos 300.000 millones de dólares, incluidos 20.000 millones de deudas en el extranjero. Pero justo antes de la votación, el fundador, Hui Ka Yan, fue puesto bajo vigilancia policial. En diciembre...
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El desmantelamiento de Evergrande pondrá de manifiesto el cisma entre Hong Kong y China. El destino de la inmobiliaria está escrito desde hace tiempo, pero un tribunal de Hong Kong concedió al fin el lunes la orden de liquidarla.
El proceso judicial se ha prolongado durante más de 18 meses. En marzo, la firma presentó a sus acreedores extranjeros una propuesta de reestructuración de pasivos por unos 300.000 millones de dólares, incluidos 20.000 millones de deudas en el extranjero. Pero justo antes de la votación, el fundador, Hui Ka Yan, fue puesto bajo vigilancia policial. En diciembre, un juez ordenó a la empresa que mantuviera conversaciones directas con las “autoridades competentes” chinas en relación con la propuesta. El lunes, un juez de Hong Kong dijo finalmente “basta ya”.
Evergrande sigue teniendo 240.000 millones de dólares en activos, pero la mayor parte ya ha sido embargada por los gobiernos locales y las entidades crediticias para proteger los intereses de los compradores locales. A la complicación legal se suman los contratistas y proveedores que han presentado más de 500 demandas en los tribunales chinos por retrasos en los pagos.
Así que es una insolvencia mayor y más complicada que la del desaparecido imperio HNA, en su día el mayor comprador chino de activos en el extranjero. En su reestructuración concursal a principios de 2020, unos 67.400 acreedores, la mayoría nacionales, reclamaron 1,2 billones de yuanes (187.000 millones de dólares). Entonces, el gobierno de Hainan intervino para formar un grupo de trabajo conjunto que supervisara el proceso: lo formaban representantes de los gobiernos locales, firmas de gestión de activos y auditores internacionales. El resultado fue desigual: la mayoría de los acreedores a los que se debían 100.000 yuanes o menos cobraron íntegramente en efectivo; el resto sufrieron cuantiosas pérdidas en función de diversos planes de canje de deuda por acciones.
Ahora se podría aplicar un modelo similar, aunque la transfronteriza naturaleza del desmantelamiento de Evergrande será un reto. Según un acuerdo de 2021 entre Hong Kong y China, ambas se reconocerían mutuamente las órdenes de liquidación. Pero solo se ha probado en tres ciudades, sin incluir Guangzhou, sede de Evergrande. El proceso durará años. Los acreedores foráneos estarán atentos.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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