El bonito orden de las comunidades según el IRPF, y el mal ejemplo de la Administración

El coste de la vida no entiende de la renta disponible neta de las regiones españolas

La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero.ZIPI (EFE)

Los madrileños son los que más porcentaje de sus ingresos pagan de IRPF; pero también son los que más ganan. Se cumple así la progresividad deseada en el impuesto sobre la renta, como también ocurre con el resto de las comunidades autónomas... más o menos. Hay algunos pequeños incumplimientos del principio de ordinalidad, es decir, que las comunidades que más renta bruta media tienen sean también las que más renta neta acaben teniendo: sobre todo en la zona media de la renta, pero no parecen suficientes para armar un casus belli. Se comprueba en la práctica que no hay motivos fundamentados par...

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Los madrileños son los que más porcentaje de sus ingresos pagan de IRPF; pero también son los que más ganan. Se cumple así la progresividad deseada en el impuesto sobre la renta, como también ocurre con el resto de las comunidades autónomas... más o menos. Hay algunos pequeños incumplimientos del principio de ordinalidad, es decir, que las comunidades que más renta bruta media tienen sean también las que más renta neta acaben teniendo: sobre todo en la zona media de la renta, pero no parecen suficientes para armar un casus belli. Se comprueba en la práctica que no hay motivos fundamentados para los sentimientos de agravio entre las comunidades autónomas; y que las subastas fiscales en torno a los tramos del IRPF que son de su competencia, y a impuestos como el de Patrimonio, tienen bastante de simbólico.

Estos datos de ingresos netos no aclaran, empero, dónde se vive mejor, aunque sea solo en términos materiales. Como el mercado no entiende de teorías, el coste de la vida acaba desordenando lo que parecía haber quedado tan bonito.

La Administración da mal ejemplo en varios ámbitos, entre ellos el pago por contenidos

Es desgraciadamente habitual que la Administración de mal ejemplo: ocurre con los plazos del pago a proveedores, con la temporalidad del empleo, y también con el uso de contenidos editoriales protegidos sin pagar los correspondientes derechos. Las instituciones públicas, y también las empresas, tienden a compartir entre sus empleados publicaciones que teóricamente estaban destinadas a un público mucho más reducido. Y eso, a pesar de que las tarifas que se pagan en España son menores que las de otros países europeos. Las comunicaciones electrónicas favorecen la viralización de contenidos... pero el pago de los derechos no va en consonancia.

Renault tiene menos que perder en una guerra comercial con China

Renault se suma, como era de prever, a la iniciativa del Gobierno francés para limitar las ayudas al coche eléctrico según su huella de carbono, una forma encubierta de dejar fuera a los fabricantes chinos. La exposición de la compañía gala al mercado chino es mucho menor que la de Volkswagen, por ejemplo, por lo que tiene más que ganar en una posible guerra comercial. La división de pareceres entre París y Berlín dificulta la toma de una postura común en la UE.

Josep Maria Recasens, jefe de Renault España y director de estrategia del grupo, tiene razón en que Pekín impone normas más estrictas a las empresas extranjeras que las que pone Bruselas; la cuestión es en qué medida la situación industrial europea da margen para equiparar ese trato, al menos en parte.

En busca de un sistema comparativo de precios para los fondos

En un supermercado es fácil saber lo que se paga por un producto: pone el precio razonablemente grande en la estantería, y más en pequeñito, el precio por kilo, lo cual permite comparar paquetes de tamaños distintos. Con los fondos de inversión no hay, en principio, una unidad de medida, un estándar, para comparar, por lo que los bancos que comercializan fondos de terceros pueden jugar un poco al despiste, mezclando distintos vehículos, entre ellos los suyos propios. Las autoridades europeas, que ya endurecieron con Mifid II el margen de los bancos y las aseguradoras para cobrar comisiones, quieren ir más allá, y facilitar que los inversores minoristas sepan si están pagando más que en la competencia. Aunque siempre seguirá siendo más difícil que comprar en el súper.

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