Los inversores no saben si el cambio del modelo de negocio de Arm va bien

Está ofreciendo a sus clientes acuerdos de acceso total a sus diseños, pero no aclara si funciona

Logo de Arm.DADO RUVIC (REUTERS)

SoftBank Group va a sacar la diseñadora de chips Arm a Bolsa mientras el modelo de negocio de esta está en pleno cambio. Si los inversores potenciales aceptan la nueva visión, el objetivo de valoración por encima de los 60.000 millones de dólares sería menos inverosímil. Pero hasta ahora las pruebas son escasas.

Arm vende parte de la propiedad intelectual clave de los chips a empresas como...

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SoftBank Group va a sacar la diseñadora de chips Arm a Bolsa mientras el modelo de negocio de esta está en pleno cambio. Si los inversores potenciales aceptan la nueva visión, el objetivo de valoración por encima de los 60.000 millones de dólares sería menos inverosímil. Pero hasta ahora las pruebas son escasas.

Arm vende parte de la propiedad intelectual clave de los chips a empresas como Apple, Samsung Electronics y Nvidia. Sus ingresos tienen dos componentes principales. Uno son los derechos de licencia, que han representan en torno al 40% de los ingresos totales. Históricamente, los clientes han pagado esos derechos por adelantado para tener acceso a un diseño específico para un procesador de ordenador. El otro son los ingresos por cánones, que dependen del número de productos que contengan tecnología de Arm que un cliente acabe vendiendo.

El problema para el consejero delegado, Rene Haas, es que los ingresos por licencias son irregulares y se han reducido últimamente, en parte porque la mayoría de los grandes grupos de chips ya son clientes. Mientras, los ingresos por cánones tienden a crecer en función de los principales mercados a los que sirve Arm, como el flojo negocio de los smartphones, que contribuyó a un descenso global del 1% de los ingresos en el ejercicio terminado el 31 de marzo.

Haas y su predecesor persiguen una nueva estrategia: cambiar la forma en que Arm cobra a sus clientes. En vez de vender licencias para diseños de chips específicos y esperar que los ingresos por royalties fluyan con el tiempo, está ofreciendo los llamados acuerdos de acceso total. En ellos, los grandes clientes pagan una cuota anual recurrente por el derecho a utilizar un conjunto mucho más amplio de la propiedad intelectual de Arm.

Amazon ilustra el potencial. Su unidad de computación en la nube AWS, que ya ha suscrito la licencia más general, podría necesitar con el tiempo una amplia gama de diseños de procesador diferentes para ayudar a alimentar sus centros de datos, o incluso para otros productos de Amazon como altavoces inteligentes y tabletas. Al dar al cliente acceso a todo a cambio de una cuota de suscripción, Haas gana de tres maneras.

Primero, es más probable que los ingenieros de Amazon experimenten con la propiedad intelectual de Arm y, por tanto, la utilicen en el futuro, lo que a la larga aumentará los ingresos por royalties. Segundo, la firma británica no necesita seguir vendiendo y negociando estrechos acuerdos de licencia con los clientes, lo que debería permitir a Haas reducir costes. Tercero, los cánones por licencias se sustituyen por un flujo recurrente de ingresos, lo que suaviza los ingresos y anima a los inversores a aplicar un múltiplo de valoración más alto.

El problema es que los posibles accionistas no pueden deducir de la OPV si este plan funciona realmente. Arm afirma que la mitad de sus 20 principales clientes, entre ellos Microsoft e Infineon Technologies, han suscrito el acuerdo de acceso total. Pero no aclara qué porcentaje de sus ingresos procede de esta fuente. Los gastos de venta, generales y administrativos crecieron un 28% interanual en abril-junio. Y los ingresos por licencias parecen tan irregulares como siempre: cayeron un 12% en los 12 meses hasta el 31 de marzo, tras haber subido un 60% el año anterior.

En otras palabras, se está pidiendo a los inversores que apuesten por un modelo de negocio que carece de puntos de prueba. El plan puede ayudar a la valoración de Arm con el tiempo, pero es una base arriesgada para inflar el precio de la OPV.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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