El ruido de la IA de Microsoft llega más rápido que los ingresos

El problema de la compañía es que rivales gigantes como Amazon.com y Alphabet apuntan a los mismos clientes que ella

Un peatón camina junto a la sede de Microsoft.BLOOMBERG

La inteligencia artificial de Microsoft es noticia por todo excepto por sus ganancias. La IA apenas empieza a traer ingresos, aunque el gigante tecnológico dirigido por Satya Nadella sigue esperando los grandes beneficios del aprendizaje automático en los productos dirigidos al cliente. Lo que es mucho más fácil de encontrar son las expectativas cada vez más elevadas de los inversores, responsables en gran medida de que la c...

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La inteligencia artificial de Microsoft es noticia por todo excepto por sus ganancias. La IA apenas empieza a traer ingresos, aunque el gigante tecnológico dirigido por Satya Nadella sigue esperando los grandes beneficios del aprendizaje automático en los productos dirigidos al cliente. Lo que es mucho más fácil de encontrar son las expectativas cada vez más elevadas de los inversores, responsables en gran medida de que la capitalización bursátil de Microsoft haya aumentado casi un 50% desde principios de año y esté actualmente en 2,6 billones de dólares.

Los resultados publicados el martes mostraban unos ingresos de 56.200 millones de dólares en el trimestre que finalizaba el 30 de junio, es decir, un 8% más que el año pasado. Pero la empresa seguía fabricando dinero, con ganancias de 20.100 millones de dólares en los tres meses transcurridos hasta junio. Es más, el negocio de Microsoft que proporciona infraestructura informática de nube, Azure, creció a un ritmo del 26%. Es lo que se esperaba, pero sigue siendo rapidísimo gracias en parte a la IA, que, según los cálculos de la empresa, añadirá un punto porcentual al crecimiento de Azure este trimestre.

Sin embargo, eso completa un año fiscal en el que los ingresos generales crecieron un mero 7%, la tasa más lenta desde 2017, mientras Microsoft lucha por capear las turbulencias de la economía. Por otra parte, los inversores cuentan con una explosión del crecimiento provocada por la IA. Microsoft cotizaba a 31 veces las ganancias estimadas para los próximos 12 meses antes de la publicación. Según Refinitiv, la cifra supera su media de 10 años de 23 veces, y es un 40% superior al múltiplo asignado a la empresa en noviembre.

Hay oportunidades prometedoras para desarrollar finalmente productos impulsados por IA que podrían merecer esa cifra tan abultada. Pensemos en Microsoft 365 Copilot, que hace que el software de la empresa sea más útil para los trabajos de oficina, al permitir, por ejemplo, que un cliente haga preguntas para crear presentaciones automáticamente. Aunque todavía no se ha lanzado, la compañía ha adelantado que Copilot costará 30 dólares adicionales al mes. Eso añadiría al menos un 50% al precio mensual de suscripción comercial de una de las fuentes de dinero de Microsoft. Los analistas de Jefferies calculan que solo con que la mitad de los clientes comerciales con planes de Microsoft 365 de primer nivel se abonaran a Copilot, los ingresos anuales aumentarían en 20.000 millones de dólares, es decir, casi un 10%.

El problema es que rivales gigantes como Amazon.com y Alphabet apuntan a los mismos clientes. Además, las revoluciones tecnológicas suelen eludir a las empresas dominantes y crean empresas advenedizas titánicas. En el caso de Microsoft, las expectativas crecen más rápido que los beneficios.

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