Un oportuno debate sobre la IA
La dificultad de regular las nuevas realidades tecnológicas no puede ser en ningún caso una excusa para el inmovilismo, sino para la reflexión y la cooperación internacional
La afirmación realizada ayer por la presidenta de la CNMC, Cani Fernandez, de la necesidad de regular cuanto antes la inteligencia artificial para proteger los derechos de propiedad intelectual e industrial ha puesto sobre la mesa una cuestión que está generando un amplio debate jurídico en distintos países. Fernández se refirió a los sistemas de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT, del que afirmó que “está violando prácticamente todos los derechos de propiedad industrial e intelectual”. La presidenta de la CNMC reconoció que es necesario abordar el problema, pero que nadie lo está haciendo todavía en profundidad. “Se está empezando a discutir cómo regularlo”, explicó, para concluir que, en su opinión, se trata de una cuestión “tan simple” como “empezar por lo que no se está respetando y ponerle un marco”.
Como Fernández señaló, existe una amplia discusión internacional sobre cómo regular la inteligencia artificial en general, y sobre cómo debe ser la relación de esta con la propiedad industrial y los derechos de autor, aunque de momento ningún país se ha decidido a ponerle el cascabel al gato, en buena parte por las dudas jurídicas que suscita la cuestión. A fecha de hoy, hay dos demandas judiciales planteadas en EEUU que giran en torno a la IA y los derechos de propiedad industrial e intelectual. Una de ellas es la interpuesta por Getty Images contra Stable Diffusion en un tribunal de Delaware, y la otra es la planteada por tres artistas contra Stable Diffussion, Midjourney y DeviantArt ante la corte de California. Aunque la legislación estadounidense de propiedad intelectual e industrial es distinta a la europea, la solución de ambos conflictos puede ser un precedente para avanzar en la regulación de este problema.
El avance imparable de la IA y la potencia de aprendizaje de esta tecnología, así como la posibilidad de crear contenidos a partir de la utilización de una enorme cantidad de imágenes y textos, no solo plantea el problema de la supuesta violación de la propiedad intelectual del material utilizado, sino también el de si es posible atribuir derechos de autor a las creaciones de ChatGPT y otras tecnologías similares y, en caso afirmativo, a quién pertenecerían esas regalías
El debate que abordado la CNMC no solo es importante en un contexto de crecimiento exponencial de este sector, sino también urgente y oportuno. La dificultad de regular las nuevas realidades tecnológicas no puede ser en ningún caso una excusa para el inmovilismo, sino un acicate para el debate, la reflexión y el intercambio con otros países y sistemas jurídicos. En este, como en otros campos, la coordinación entre jurisdicciones es un presupuesto fundamental.
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