Las garantías de depósito son el nuevo truco mental Jedi

Solo el Congreso de EE UU puede autorizar que todos los ahorros de los ciudadanos estén cubiertos

Janet Yellen y Jerome Powell, declarando ante el Senado en torno a la ley Cares (de ayudas por la pandemia), en noviembre de 2021.ALEX WONG (AFP)

Hay una forma sencilla de frenar en seco la crisis bancaria estadounidense: decir a todos los depositantes, sin límite, que su dinero estará seguro aunque su banco quiebre. Si se lo creen, los pánicos bancarios como el del Silicon Valley Bank quedarán obsoletos. El truco: tiene que ser verdad, y no lo es.

El jefe de la Reserva Federal, Jay Po­well, y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, están luchando contra esto último. Las dos personas más influyentes en la regulación financiera de Estados Unidos han dicho esta semana a los depositantes que sus ahorros están seguros. Ello complementa las actuaciones de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), que la semana pasada dijo que los depósitos de SVB y otra entidad en quiebra se devolverían íntegros, a pesar de que gran parte del dinero en cuestión superaba el límite oficial de garantía de depósitos de 250.000 dólares.

Todo ello recuerda al jefe del Banco Central Europeo, Mario Draghi, cuando dijo que haría “lo que fuera necesario” para preservar el euro en 2012. El problema es que Powell y Yellen no están prometiendo un seguro de depósitos incondicional, y no les corresponde a ellos darlo. Solo el Congreso puede autorizar un plan de este tipo, y Yellen admitió el miércoles que no está en proyecto. Las acciones de los bancos cayeron, y el índice KBW Nasdaq Regional Banking terminó la jornada con un descenso del 5%.

Hay formas de crear una especie de cuasigarantía. Los depositantes de un banco ya en quiebra pueden ser rescatados en su totalidad por la FDIC sobre una base ad hoc. El Tesoro y otros organismos de control también pueden obligar a los bancos fuertes a comprar los débiles, como en 2008. Eso es más difícil ahora, porque los potenciales compradores vieron los líos en los que se metieron los que lo hicieron entonces, y probablemente exigirán el respaldo del Gobierno.

Incluso si el Congreso hace realidad las palabras de Powell, el coste sería elevado. El fondo de la FDIC para rescatar a los depositantes cubre el 1,3% de los 10 billones de dólares de saldos asegurados del país. Si se amplía a los 18 billones de depósitos y se eleva al 2% de cobertura que prefiere la FDIC, habrá que recaudar más de 200.000 millones de los bancos para llenar el bote. La mayoría no necesita la ayuda adicional, sobre todo los más de 4.000 bancos pequeños cuyos depósitos están asegurados en aproximadamente dos tercios.

Las peticiones de una cobertura de depósitos más generosa continuarán. Los grandes bancos regionales lo desean fervientemente, y tienen influencia porque poseen alrededor del 40% de todos los préstamos inmobiliarios comerciales. Así que es natural que Powell y Yellen prueben primero con el poder tranquilizador de las palabras, para asegurar a los ahorradores que todo irá bien. Pero es poco probable que ese tipo de truco mental sea suficiente.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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