Buenaventura (CNMV) alerta de que Trump puede convertir Wall Street en la meca del ‘greenwashing’

El próximo director general de IOSCO apunta que “el tono político está cambiando y en algunos sitios muy rápidamente”

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Rodrigo Buenaventura, durante su turno de palabra.Claudio Alvarez

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y futuro secretario general de IOSCO, Rodrigo Buenaventura, ha lamentado que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, puede alejar a las empresas cotizadas estadounidenses de los estándares de sostenibilidad que rigen en el mercado de capitales.

“Todos sabemos que el tono político está cambiando y en algunos sitios muy rápidamente”, ha asegurado Buenaventura en referencia a las recientes elecciones en Estados Unidos, si bien ha comentado que “el esquema regulatorio europeo no debería sufrir grandes variaciones en función del tono político imperante en cada momento. Quiero decir que ante administraciones o gobiernos con mayor o menor inclinación por las políticas que fomenta la sostenibilidad, el marco informativo en los mercados financieros no tendría por qué variar”. Cierto es que esa falta de apuesta por la sostenibilidad no es algo único en Estados Unidos. Buenaventura ha reconocido así que no ve “apetito por redoblar la apuesta y generar un conjunto de regulación más ambicioso en el próximo periodo parlamentario. Probablemente, los próximos cuatro años serán un periodo de implementación y puesta en marcha, además de pulir y refinar el régimen en vigor” en materia de sostenibilidad.

En su opinión, Estados Unidos es el “elefante en la habitación” que no forma parte de los países que han puesto en marcha directrices en materia de sostenibilidad y ha añadido que las normas de información de sostenibilidad para las empresas cotizadas americanas propuestas por la SEC “son mucho menos exigentes que las europeas”. Así, ha añadido que “con la nueva nueva administración Trump, no podemos descartar que Estados Unidos dé un giro, incluso de 180°, que dichas normas no lleguen a aplicarse y que EE UU se convierta en una isla en materia de información de sostenibilidad por parte de sus empresas cotizadas”.

Sin embargo, se ha mostrado convencido de que muchas de las empresas estadounidenses que operan en otros países “tarde o temprano acabarán por adoptar muchos elementos del estándar internacional incluso al estándar europeo, que es más completo, aun sin contar con la obligación legal para hacerlo”.

El hasta ahora responsable del supervisor del mercado español ha recordado que Europa ha liderado la regulación en materia de sostenibilidad y finanzas sostenibles y que el coordinador de los vigilantes de los mercados europeos, la ESMA, propuso en mayor unas directrices para la denominación de los fondos de inversión para evitar el greenwashing, una iniciativa que han provocado el malestar de cierta parte de la industria de la gestión de activos por los cambios que supone. El objetivo, según ha recordado Buenaventura, es que los fondos de inversión que usen los términos “transición”, “social” o “sostenible” cumplan con “un umbral del 80% de sus inversiones en activos conformes a los elementos vinculantes a su estrategia de inversión”.

Las nuevas directrices provocarán que los fondos de inversión que quieran mantener estas etiquetas no podrán tener acciones de empresas que extraigan carbón, que obtengan más del 10% de su beneficio de la distribución de derivados del petróleo o que ganen más del 50% del gas natural.

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