Ibercaja se cuela entre las gestoras de fondos que más crecen en Europa desde 2019

La firma alcanza ya los 25.000 millones de euros gestionados en fondos de inversión

Una pareja se acerca a un cajero automático de Ibercaja en una imagen de archivo.Cristina Arias (Cristina Arias)

Ibercaja ha reforzado su apuesta por la gestión de activos. La gestora de fondos de inversión de la entidad ha logrado un crecimiento orgánico del 85% en los últimos cinco años, lo que la sitúa como la octava entidad que más crece en dicho periodo en Europa. El dato se desprende de una comparativa realizada por la firma Morningstar entre las 100 mayores gestoras de fondos de activos europeas. Con datos divulgados por Inverco, la asociación del ramo, el patrimonio bajo gestión de la entidad ha pasado de menos de 21.000 millones de euros en fondos y planes de pensiones a cierre de 2019, a los 33.100 millones actuales, un 59% más. De ellos, unos 25.000 millones corresponden a fondos. Un avance solo superado por el crecimiento de firmas como Capital Group o ING, y seguido por otras entidades como HSBC.

El informe de Morningstar va más allá y estima que los fondos de gestión pasiva, especialmente los ETF (fondos cotizados en Bolsa), han ganado una popularidad significativa en Europa desde 2020, un fenómeno que se ha visto reflejado en el aumento de los flujos de otros activos hacia estos productos, beneficiando a grandes gestoras como BlackRock, DWS, Amundi, Vanguard y State Street; todas ellas con una alta representación en la gestión pasiva —un método que busca replicar el rendimiento de un índice específico, tanto de Bolsa como el S&P 500 o el Ibex 35, como de bonos—.

Según el documento, las estrategias de gestión pasiva representan ahora el 56% de los activos bajo gestión de algunas firmas europeas, como Invesco, frente al 34% que suponían hace tres años. A cierre del tercer trimestre, los activos bajo gestión en ETF han logrado superar la cota de los dos billones de euros gestionados. José García Zárate, director asociado de investigación de gestores en Morningstar, apunta que el fuerte avance de los ETF en la gestión de activos se agudizó tras las fuertes caídas registradas el pasado 5 de agosto ante el temor a una recesión en EE UU y el fuerte desplome de la Bolsa japonesa. “Es la reacción típica del mercado tras una caída significativa en Bolsa, cuando los inversores buscan aumentar la diversificación de su cartera.”

2024 se perfila así como un año histórico para la gestión pasiva, con un enfoque relevante en la renta variable estadounidense. “Durante el tercer trimestre del año, los flujos hacia la renta variable alcanzaron los 41.000 millones de euros, de los cuales aproximadamente dos tercios se destinaron a la renta variable de EE UU”, agregó García. Este flujo se canalizó tanto a través de ETF enfocados exclusivamente en Wall Street como de aquellos que replican índices globales, pero con un peso predominante en la renta variable norteamericana. El año pasado las entradas netas en fondos cotizados pasivos fueron de solo 361.000 millones de dólares, un nivel que ya se ha rebasado este año.

La diferencia en la concentración de cartera entre los ETF y los fondos de gestión activa es especialmente heterogénea en el sector tecnológico. “Mientras que los ETF pueden tener hasta un 20% de su cartera en una sola empresa, como Microsoft, los fondos de gestión activa están limitados al 10%. Esta diferencia puede desembocar en comportamientos de rentabilidad distintos, algo que muchos inversores no consideran al comparar estos productos”, comenta. “No, no da igual invertir en un ETF de tecnología que en un fondo de tecnología, y eso aún no se ha comprendido muy bien”, destacó el analista.

Además de los ETF tradicionales, del informe se desprende que algunas firmas están experimentando con nuevas estructuras y clases de activos— Invesco, por ejemplo, ha lanzado un ETF de bitcoin al contado —. Y aunque los ETF activos representan solo el 2% del total de los activos bajo gestión en Europa, su número está en aumento debido a su bajo coste y transparencia. “Este producto está buscando desligarse de la idea de que es barato. Tiene sentido. Si la gestión activa logra mejores resultados que los pasivos, entonces los gestores deberán cobrar más por hacerlo mejor”, concluyó García.

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