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Tribuna de los fondos
Tribuna
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¿Existe la gestión pasiva?

No, estamos obligados a tomar decisiones y establecer una estrategia de inversión aunque sea esta con fondos indexados u otros productos financieros que buscan replicar la rentabilidad de determinados mercados

Illustration ETF
CFOTO (CFOTO/Future Publishing via Gett)

La pregunta es pertinente porque si entendemos como gestión pasiva una estrategia de gestión de las inversiones donde no se toman realmente decisiones (activas) que vayan a tener un impacto significativo en los resultados o rendimientos de dicha estrategia e inversiones realizadas, la respuesta sería negativa. En realidad, la gestión pasiva consistiría en elegir uno o varios índices que representan mercados de acciones, bonos, etc., amplios en base a nuestro perfil de riesgo y objetivos de inversión. Una vez elegidos el mercado o mercados se implementarían a través de productos como fondos de inversión indexados o ETF (fondos cotizados en Bolsa) de bajas comisiones que buscan replicar el comportamiento de esos índices. Ciertamente, a partir de ese momento no se tomarían más decisiones de inversión más allá de posibles rebalanceos entre los diferentes índices para mantenerse dentro del perfil de riesgo seleccionado.

Sin embargo y en primer lugar, resulta que la selección de los índices a replicar se trata de una decisión de gestión activa de primer orden, ya que las diferencias de rentabilidad que pueden darse en el medio y largo plazo entre los diferentes índices son muy grandes. Pueden ser, de hecho, mucho más grandes que el ahorro en comisiones de gestión que puede conseguirse vía inversión en fondos indexados o ETF. Veamos un ejemplo en una estrategia de renta variable que busca maximizar la rentabilidad en el largo plazo (la Bolsa en el largo plazo históricamente siempre ha sido la inversión más rentable). Hay que decidir si replicar un índice de Bolsa global o mundial, como el MSCI World, el FTSE World o algún otro índice representativo de una gran economía como el S&P 500. Hay que decidir si elegir la versión con mercados emergentes (en teoría con mayor potencial pero que en la práctica no puedo serlo) o sin mercados emergentes. Crucialmente, hay que decidir también si elegir un fondo o ETF que cubra el riesgo de divisa al euro o no, ya que las diferencias de rentabilidad pueden ser de varios puntos anuales incluso en el largo plazo.

Efectivamente, las diferencias de rentabilidad en base a todas estas decisiones en los plazos recomendados de la inversión como cinco o diez años pueden y normalmente son enormes. Además, existen diferencias de rentabilidad, aunque menores, en la selección de los productos concretos como fondos, ETF, certificados, etc. Por tanto, la conclusión es que la gestión pasiva en realidad no existe y estamos obligados a tomar decisiones y establecer una estrategia de inversión, aunque esta sea con fondos indexados u otros productos financieros que buscan replicar la rentabilidad de determinados mercados.

Juan Manuel Vicente Casadevall, EAFN (Empresa de Asesoramiento Financiero Nacional). Asesor Smart Bolsa

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