¿Merece la pena prestar mi cartera de acciones? ¿Qué riesgos tiene?

10.000 clientes del bróker de Bankinter ya están registrados para ceder temporalmente sus títulos bursátiles

Una oficina de Bankinter en Madrid.JUAN MEDINA (REUTERS)

Prestar unas acciones de Telefónica, Repsol o Técnicas Reunidas ya es posible para los particulares en España. Al menos, si son clientes de Bankinter. Desde el año pasado, el banco naranja ofrece a los usuarios de su bróker este servicio. 10.000 ya están registrado y prestando sus títulos. Pero, ¿en qué consiste esta operativa? ¿Cómo es eso de ceder unos valores bursátiles durante un tiempo? ¿Qué saca el particular? ¿Qué ri...

Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS

Prestar unas acciones de Telefónica, Repsol o Técnicas Reunidas ya es posible para los particulares en España. Al menos, si son clientes de Bankinter. Desde el año pasado, el banco naranja ofrece a los usuarios de su bróker este servicio. 10.000 ya están registrado y prestando sus títulos. Pero, ¿en qué consiste esta operativa? ¿Cómo es eso de ceder unos valores bursátiles durante un tiempo? ¿Qué saca el particular? ¿Qué riesgos asume?

La posibilidad de alquilar títulos de renta variable se lleva utilizando desde hace muchas décadas, sobre todo en Estados Unidos. Fundamentalmente en el ámbito de los grandes inversores institucionales. El dueño de las acciones se las cede a un tercero, durante un periodo determinado y a cambio le cobra una renta. Este tercero, tiene que aportar una garantía, un colateral, para asegurar al dueño de los títulos que va a recuperar su inversión.

Quienes normalmente toman prestadas acciones de terceros son los llamados inversores bajistas. Una vez que tienen los títulos en su poder, ellos venden las acciones prestadas y esperan a que se desplomen para poder recomprarlas más baratas, devolverlas a su dueño original y quedarse con la diferencia.

En el caso de Bankinter, para poder ofrecer este servicio a sus clientes minoristas se ha apoyado en el banco estadounidense Citi, que tiene el servicio de intermediación Citi’s Securities Lending Access. Esta plataforma permite al cliente poder recuperar el control de sus acciones en cualquier momento. La firma británica Interactive Broker, con presencia en España, también cuenta con un servicio de préstamo de valores.

¿Cómo funciona?

El usuario del bróker de Bankinter debe seleccionar qué acciones quiere permitir que se presten. El hecho de escoger un determinado título no quiere decir que automáticamente se alquilan, sino que están disponibles. Normalmente, los títulos que más interés despiertan para los inversores bajistas son las cotizadas más pequeñas. En el caso de las acciones de grandes corporaciones, habitualmente ya encuentran inversores institucionales dispuestos a prestarlas.

“Hace unas semanas puse toda mi cartera de valores disponible para el préstamo, y hace unos días me informaron de que me han cogido las de Naturgy”, explica un usuario de la plataforma. “Yo las tengo como inversión a largo plazo, y así espero sacarles algo más de rentabilidad”.

Una vez que están disponibles en la plataforma de Citi, los valores se ofrecen a los clientes interesados. Estos pueden tomarlas prestadas a cambio de pagar un recargo y aportar un colateral. El interés que se cobra depende mucho de la acción. Cuanto más grande, más líquida y menos volátil, menos demanda hay y menos se paga por el alquiler. Y viceversa, los valores más pequeños y menos líquidos, llegan a abonar retornos anuales de hasta el 150% anual, aunque normalmente los préstamos son por días o por semanas.

¿Qué pasa si las quiero recuperar?

El cliente puede dar en cualquier momento la orden para vender sus acciones. De forma instantánea tiene los títulos en su cuenta. El bróker liquida la operación en un máximo de dos días. Una vez que se tramita, Citi contacta con el bajista que ha tomado prestadas las acciones para pedirle que las devuelva. Si no lo hiciera, el dueño de las acciones tendrá derecho a quedarse con las garantías aportadas, que tienen más calidad.

“El nivel de colaterales que se pide es más que adecuado. De hecho, con la quiebra de Lehman Brothers, las plataformas de préstamos de acciones no tuvieron ningún problema, y todos los clientes pudieron recuperar toda su inversión”, explica una fuente conocedora de estas operativas.

¿Qué gana el cliente?

Percibe un interés por cada acción que está prestada, que se paga mensualmente. Este puede ir del 0,3% TAE al 150% TAE, en función de la demanda de ese título. Ahora, uno de los valores que más tirón tiene entre los prestatarios es Oryzon Genomics, una biofarmacéutica que aspira a cotizar en el Nasdaq. Cuando termina el alquiler, el dueño percibe la renta generada, tras descontar las comisiones del intermediario.

En el caso de Bankinter, los clientes que están suscritos al programa Bróker 0 pueden hacer compraventa de acciones de forma gratuita si están incorporados al servicio de préstamo de títulos.

En Interactive Broker, cada día que las acciones están prestadas, se le paga un interés sobre el valor de la garantía, que en este caso son valores del Tesoro de EE UU o efectivo. El dinero generado se va depositando en cuenta.

¿Qué desventajas tiene?

Durante el tiempo en que una acción está prestada su propietario no puede ejercer los derechos políticos vinculados al título. Es decir, que no puede votar en la junta de accionista, algo que normalmente hacen muy pocos clientes minoristas.

Antes tampoco podían cobrar los dividendos que repartía la compañía, pero desde hace unos años los prestatarios tienen la obligación de abonar ese tipo de ventajas económicas vinculadas a la tenencia de una acción.

¿Qué riesgo se asume?

Las probabilidades de no recuperar la inversión son ínfimas. En caso de que el inversor que ha tomado prestada las acciones no las devuelva, primero entran en juego los colaterales. Las plataformas de intermediación en préstamos, no solo exigen garantías con más valor que las acciones prestadas sino que, además, a veces también piden carteras de acciones, para que haya una mayor diversificación del riesgo.

En el supuesto de que esos colaterales no bastaran para cubrir la inversión inicial, las plataformas a menudo tienen contratados seguros que protegen ante esta situación.

¿La ofrecen más entidades?

El bróker de Bankinter es el único servicio bancario que por ahora ofrece este servicio. De hecho, ni siquiera los inversores institucionales españoles pueden hacerlo. Desde hace 15 años hay un borrador de real decreto que contempla que los fondos de inversión puedan prestar una parte de las acciones que quedan en cartera, pero nunca se ha llegado a aprobar.

Manuel Sabatel, director de negocio de Bankinter para fondos cotizados, acciones y derivados, considera que el préstamo de valores “es un camino por el que acabarán yendo todos los brókeres, porque es lo más conveniente para el cliente”. El directivo recuerda que gigantes de la inversión como Vanguard o BlackRock llevan décadas utilizando esta fórmula en sus fondos, y así consiguen tener unas comisiones más bajas.

¿Quiénes toman prestadas acciones?

El perfil más conocido de inversores interesados en alquilar acciones son los inversores bajistas, que luego las venden y esperan su caída para embolsarse la diferencia. Pero no es el único caso. Hay fondos de inversión que tienen estrategias llamadas long-short. Estas se basan en tener la mitad de la cartera en modo alcista y la otra mitad con apuestas bajistas. Si los gestores escogen bien, el fondo podría generar retornos positivos en cualquier entorno de mercado.

También se utiliza el préstamo de acciones para rebajar el riesgo de una cartera o para crear una cobertura en un instrumento de inversión. Los brókers llegan a pedir acciones prestadas para atender las peticiones de venta de sus clientes, mientras recuperan otras que tienen alquiladas.

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Sobre la firma

Más información

Archivado En