La banca europea eleva dividendos a costa de reducir el crédito

El BCE confirma que la caída en la financiación se asocia con el aumento del capital que reparten los bancos al accionista. Avisa de la importancia de vigilar ese vínculo en próximos años

Belén Trincado Aznar

Las alzas de tipos también tienen un impacto inevitable en la política de dividendos de los bancos. Han sido fuente de cuantiosos beneficios para las entidades, que han podido así recuperar el terreno perdido en la retribución al accionista a causa de la pandemia, cuando se vieron empujados a suspender el pago de cupón. Pero esa mejora en la remuneración también se explica en la contracción del crédito. Los bancos están protegiendo su capital, asumiendo menos riesgo de crédito y apuntalando así su política de dividendos.

Esta es una de las conclusiones que extrae el BCE en un informe publicado ayer bajo el título “Distribución del capital de los bancos e implicaciones en la política monetaria”. El estudio del banco central revela que “los mayores compromisos de pay out se han asociado a una menor oferta de crédito bancario y a tipos de interés de los préstamos más elevados, contribuyendo así posiblemente a la transmisión del impulso restrictivo de la política monetaria hasta el momento”.

Así, el BCE certifica el hecho de que el nivel de pay out –o porcentaje de las ganancias que se destina a la retribución al accionista– correspondiente a los beneficios de 2022 es superior en alrededor de un punto porcentual al de los estándares previos a la pandemia, lo que podría asociarse a un descenso de alrededor del 1% en el volumen de crédito. La institución puntualiza que ese retroceso en la financiación también se explica por el efecto directo que tienen las alzas de tipos en una ralentización del crecimiento del crédito, pero también lo justifica por una decisión consciente de la banca que desea cuidar su política de dividendos.

Según explica el BCE, el año 2022 coincidió con la primera fase del ciclo de alzas de tipos, “lo que podría haber animado a los bancos a restringir la oferta de crédito para distribuir capital cuando era viable hacerlo desde el punto de vista de la rentabilidad”. La autoridad monetaria advierte también de que es importante vigilar en los próximos años la conexión entre los repartos de dividendo y la política monetaria. En definitiva, si los dividendos pueden acentuar aún más la restricción del crédito.

El BCE recuerda en su informe cómo el estallido de la pandemia en marzo de 2022 llevó a la institución a reclamar a los bancos la suspensión en el pago del dividendo. La prioridad era concentrar el capital en la concesión de crédito, de modo que la banca contribuyera al sostén de la economía en un momento crítico.

Los bancos suspendieron en 2020 los pagos que tenían previstos con cargo a 2019 y fue a partir de septiembre de 2021 cuando ya recuperaron la plena capacidad sobre su política de remuneración al accionista. El BCE explica en su informe que desde entonces, si bien los niveles de pay out habrían mejorado respecto a la situación previa a la pandemia, los dividendos a duras penas han logrado retomar ese nivel. Y destaca que el incremento del capital que se distribuye entre los accionistas se sustenta en las recompras de acciones. Así, estas recompras de títulos tienen un peso del 33% en el pay out de 2021 y del 29% del beneficio de 2022 que se prevé repartir entre los accionistas. En cambio, la presencia de las recompras de acciones en la retribución al accionista era prácticamente inexistente entre 2017 y 2019, con anterioridad a la pandemia.

La banca europea ha abrazado una práctica, la de la recompra de acciones, muy habitual entre las empresas estadounidenses y que ha calado con fuerza tras la pandemia. Las recompras de títulos han sido de hecho la fórmula con la que los bancos europeos han ido superando la reticencia inicial del supervisor al regreso a políticas más generosas con el accionista, la vía para dar salida al evidente exceso de capital que acumularon algunas entidades.

La recompra de acciones se ha convertido además en un valioso soporte para las cotizaciones bancarias. La firma de análisis Jefferies calcula que la banca adquiere para sí misma el 15% de la negociación diaria en Bolsa.

2.000 millones de euros en pagos por cada punto de mejora del ROE

Más allá de las tácticas por las que los bancos puedan estar restringiendo el crédito para favorecer la retribución al accionista, el pago de dividendos es señal inequívoca de fortaleza de una entidad financiera, según reconoce el BCE. Su estudio señala que los bancos que habían anunciado mejores remuneraciones al accionista sobre los beneficios de 2022 disfrutaron de un menor incremento en el coste de capital durante la turbulencia financiera de marzo de este año, cuando colapsaron el Silicon Valley Bank y Credit Suisse. 

El BCE calcula que cada punto porcentual adicional de ROE para el sector bancario en su conjunto se traduce en 2.000 millones de euros de aumento en la retribución al accionista.

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