El Ibex avanza un 2% en la semana y pone en la diana los 9.600 puntos

Las Bolsas europeas prolongan las ganancias con la esperanza de que el BCE frene el endurecimiento monetario

Carlos Cortinas Cano

La euforia se fue diluyendo conforme transcurría la jornada, pero los inversores intentan aprovechar las escasas ocasiones que se les presenta para dejar a un lado las caídas. Un día después de que el BCE lograra convencer al mercado con la que parece que será la última subida de tipos, el viernes fue la mejora de la economía China la que sirvió de catalizador a los ascensos. Es pronto para decir que la aversión al riesgo ha desaparecido, pero el Ibex 35, en sintonía con el resto de mercados, logró esquivar las pérdidas (0,01%) y avanzó un 1,98% en las últimas cinco sesiones. En cuestión de una semana el selectivo español ha pasado de pelear por no perder los 9.300 puntos a coquetear con la barrera de los 9.600, cota que llegó a superar en niveles intradía el viernes.

Los bancos, que el jueves se convirtieron en uno de los motores de las subidas de la Bolsa, optaron el viernes por la corrección. Digerida la euforia inicial que supuso la décima subida consecutiva de los tipos en la zona euro, el viernes la debilidad económica volvió a primera línea. Aunque como reiteró Christine Lagarde los tipos de interés continuarán en niveles elevados durante mucho tiempo, el temor a que un frenazo económico se traduzca en una contracción del crédito pasó factura al sector. Sabadell cedió un 2,72%; Bankinter, un 2,05%, CaixaBank, un 1,47%; Unicaja, un 1,57% mientras Santander y BBVA se dejaron un 0,96% y un 0,47%, respectivamente. Es decir, las entidades domésticas, las más beneficiadas por el endurecimiento monetario agresivo, son las que más padecerían un frenazo en la concesión del crédito en el mercado doméstico. Junto a los bancos, las socimis lideraron las caídas de la Bolsa española el viernes. Merlin bajó un 3,4% mientras Colonial perdió un 2,68%.

En el lado opuesto se situaron firmas vinculadas a las materias como ArcelorMittal (1,56%) y Acerinox (0,59%), que se ve favorecidas por las expectativas de una mejora de la economía china, junto a otras de perfil más conservador como Ferrovial (1,43%) y ACS (1,43%). Inditex, que jornadas atrás acaparó la atención del mercado con la presentación de los resultados semestrales, avanzó un 0,64% el viernes. Con un alza del 2,55% en la semana, las acciones del grupo textil superan los 36 euros y se aproximan 36,9 euros que tocó en junio de 2017. Inversores y firmas de análisis han aplaudido las cifras récord de la primera mitad del ejercicio. Dentro de este grupo se encuentra el departamento de análisis de Bank of America. Una semana después de incluir a la firma en su lista de valores a comprar la entidad estadounidense reiteró su recomendación y le otorgó un potencial de subida del 18,8%, hasta los 43 euros. Sus sólidos márgenes y la consistente mejora de su cuota de mercado son vistos como los principales catalizadores para seguir ampliando su diferencia con la competencia.

Junto a la compañía textil, otro de los valores protagonista en las últimas jornadas está siendo Telefónica. A la espera de que el Gobierno apruebe la entrada en el capital de los saudíes, los inversores siguen celebrando la operación. Desde los mínimos de agosto la compañía se anota más de un 13% y pone en la diana los cuatro euros, niveles que no divisa desde mayo.

El resto de Bolsas europeas optaron por prolongar las ganancias. A las expectativas de que el BCE haga una pausa se suma la debilidad del euro, un factor claves en Bolsas con marcado perfil exportador como la alemana y la francesa, y la mejora de los datos macroeconómicos en China. Los estímulos introducidos por Pekín parece que están empezando a dar sus frutos. Durante el mes de agosto la producción industrial del gigante asiático creció un 4,5%, por encima del 3,7% de julio, y las ventas minoristas avanzaron un 4,6%, superior al 3% que esperaban los analistas. Es decir, aunque el sector inmobiliario sigue siendo una amenaza el consumo empieza a dar síntomas de mejora. Con este escenario como telón de fondo el Dax alemán repuntó un 0,94% semanal; el Cac francés, un 1,91%; el Euro Stoxx, un 1,37% y el Mib italiano, un 2,35%. Por encima de todos estos se situó el FTSE británico. Aunque la economía de Reino Unido se contrajo un 0,5% lastrada por el sector servicios, el índice sumó un 3,12% en las últimas cinco jornadas.

El respiro que a los mercados le ha concedido el BCE es visto por los analistas como algo efímero. Los analistas de Bank of America esperan que la renta variable europea corrija un 15%, descenso que vendría liderado por los valores cíclicos (-10%). Los expertos alegan que la Bolsa europea apenas ha descontado la ralentización económica que se desprende de indicadores como el PMI mundial que en el segundo trimestre se sitúa en los 50 puntos. “Prevemos un nuevo descenso hasta los 48 puntos a finales de año, a medida que siga aumentando el lastre del endurecimiento monetario y desaparezca el impulso del estímulo fiscal estadounidense”, remarcan.

Al cierre de los mercados europeos Wall Street peleaba por conservar las ganancias con ascensos del 0,5% en la semana. En los próximos días el mercado estadounidense marcará el ritmo. Aunque las expectativas de inflación en septiembre han bajado a su nivel más bajo en dos años, muchos estadounidenses siguen presentando problemas para llegar a fin de mes. Aunque la moderación experimentada por la inflación subyacente en agosto otorga margen a la Reserva Federal para no tocar los tipos la próxima semana, el mercado sigue descontando un alza adicional antes de que concluya el año. Como ha hecho esta semana el BCE, el banco central de EE UU actualizará las proyecciones. El mercado espera que las tasas se mantengan altas y eliminen de sus estimaciones la idea de un eventual recorte los próximos 14 meses.

El respiro que experimentaron las rentabilidades de la deuda tras la reunión del BCE fue efímero e insuficiente para que los bonos registraran ganancias en la semana. La rentabilidad de la deuda española a 10 retornar al 3,7% con la alemana al mismo plazo en 2,67% y la estadounidense en el 4,3%. Desde M&G consideran que existen buenas razones para que el BCE levante el pie del acelerador y haga una pausa en la subida de tipo. La primera de ellas es que se estima que pueden pasar hasta 18 meses antes de que se sienta realmente el impacto económico de las decisiones sobre los tipos. “Dado que la inflación subyacente europea está empezando a remitir, podría ser prudente que el BCE hiciera una pausa y observara en los próximos meses los efectos de sus diez subidas consecutivas de tipos”, remarcan. La segunda concierne a las cada vez más sombrías perspectivas macroeconómicas. Lagarde reconoció que el endurecimiento de las condiciones financieras ha frenado la demanda interna. Esto combinado con el debilitamiento del entorno comercial internacional hace que exista una delgada línea entre el crecimiento frágil y el aterrizaje forzoso del que tanto se viene hablando. Desde la gestora creen que evitar no subir los tipos podría ser la mejor opción. “Nuevo incrementos podrían empujar a la zona euro a una recesión”, subrayan.


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